En un fallo no publicado que fue dictado el mes pasado, un tribunal colegiado del Tribunal de Apelaciones del 9º Circuito de EE.UU. en San Francisco ha ratificado la sentencia mÃnima obligatoria de 10 años de prisión de Bryan Epis, el primer proveedor de marihuana medicinal enjuiciado en la Justicia federal estadounidense después de la aprobación de la Propuesta 215 [Proposition 215] en 1996, pese a que no haya sido el primer condenado.
Epis tenÃa la recomendación de un médico para consumir marihuana medicinal a objeto de tratar dolores crónicos en su espalda y sus hombros. Dijo que cultivaba para un grupo de pacientes de Chico y admitió vender algunas plantas a integrantes de la cooperativa a precio de costo. Pero los procuradores federales lo retrataron como un narcotraficante con signos de dólares en sus ojos.
Su abogada, Brenda Grantland, y él recurrieron de la sentencia con base en varios fundamentos, pero el tribunal colegiado no aceptó ninguno de ellos. Epis no tenÃa ningún motivo para creer que la Propuesta 215 lo ampararÃa de la legislación federal estadounidense, especialmente porque âuna plantación de marihuana en gran escala puede causar un impacto sobre el comercio interestatalâ, escribieron, remontando al fallo de la Corte Suprema de EE.UU. en Raich vs. Gonzalez que estableció la primacÃa federal sobre la legislación estatal. Epis cumplió poco más de dos años de su sentencia antes de recibir fianza en el 2004 cuando apeló de su caso. Grantland exigirá que se prosiga con su fianza en espera de una apelación ante el 9º Circuito en pleno.
Los partidarios de Epis expresaron escándalo e indignación con la decisión. âEs un error judicial atroz sin cualquier beneficio concebible para el públicoâ, dijo Dale Gieringer, coordinador de NORML California. âBryan Epis creÃa que estaba actuando conforme a derecho. Apresarlo durante 10 años es la especie de sentencia que se podrÃa esperar solamente de jueces que sancionan la torturaâ, añadió Gieringer al asestar un golpe al juez Jay Bybee, un integrante del tribunal ahora infame por ser uno de los autores de los memorandos del Ministerio de Justicia de EE.UU. que justificaron la tortura durante el gobierno Bush.
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