Cuando los legisladores en Washington lograron arrancarse a rasgones del escándalo de los bonos de AIG, esta semana gran parte de su atención se centró en México. Como la violencia relacionada con la prohibición no hace muestras de aminorarse â más de mil personas ya han sido muertas este año -, esta semana los legisladores celebraron una serie de vistas para evaluar la amenaza y ver qué planea hacer el gobierno Obama al respecto.
Pero Durbin también dijo que parte de la culpa radica en el norte de la frontera. âLa demanda insaciable de drogas ilÃcitas en Estados Unidos mantiene los carteles mexicanos en operación cada dÃaâ, dijo.
âLos hechos sobre lo que sucede en México son desconcertantes y suponen una enorme amenaza para Estados Unidosâ, concordó el senador Arlen Specter de Pensilvania, el destacado republicano en el Comité sobre el Judiciario.
En vista de exigencias cada vez más estridentes del Congreso de EE.UU. para que âhaga algoâ, el general Gene Renuart de la Aeronáutica estadounidense, quien supervisa la frontera en calidad de jefe del Comando Norteño, le dijo al Comité del Senado sobre las Fuerzas Armadas de EE.UU. que el gobierno trabajaba en un plan integrado para tratar de la violencia aparentemente interminable, gran parte de la cual tiene lugar en los municipios fronterizos de Tijuana, Juárez y las ciudades mexicanas del Valle del Bajo RÃo Bravo.
Ãl dijo que las posibles medidas incluirÃan labores para apretar las clavijas al flujo de armas hacia México, el endurecimiento de la seguridad en la frontera y un aumento del apoyo a los militares mexicanos. âCreo que tendremos buenos planes a consecuencia de este trabajo esta semanaâ, dijo.
Renuart también dio a entender que el nuevo plan puede implicar más soldados sobre el terreno en la región fronteriza. âSeguramente, puede haber una necesidad de más elemento humanoâ, dijo. âYa sea más propicio para, ya mejor proporcionado por la Guardia Nacional o más agencias de la ley, me parece que a eso nos conducirá este equipo de planificaciónâ, le dijo al comité.
El presidente mexicano Felipe Calderón ha desplegado a unos 50.000 efectivos en su guerra contra los carteles, incluso unos 8.500 que ocuparon a Juárez y se hicieron cargo de los deberes policÃacos allá la semana pasada. Pero la ofensiva de dos años de Calderón sólo ha resultado en cada vez más violencia brutal y ejemplar. Más de 2.000 personas murieron en la guerra de los carteles en el 2007, más de 5.000 el año pasado y el ritmo de las matanzas este año debe producir cifras parecidas.
Pero Anthony Plácido, director de inteligencia de la DEA, le dijo al comité conjunto que la intensificación de la violencia era un âintento desesperadoâ de los narcotraficantes para rechazar la ofensiva del gobierno. âLa DEA evalúa que el actual repunte en la violencia es motivado en gran medida por la ofensiva del Gobierno de México en contra de estos narcotraficantes quienes, en cambio, se ven luchando por una participación más grande en un mercado en vÃas de encogimientoâ, dijo.
Con la aprobación de la Iniciativa Mérida el año pasado, EE.UU. ha prometido unos US$ 1.4 mil millones en ayuda antidroga a México a lo largo de los próximos tres años. El primer tramo de esa ayuda ya ha sido entregado y proporciona a México helicópteros y equipos sofisticados de vigilancia.
El miércoles, en la primera acción concreta de la semana para tomar medidas enérgicas en la frontera, el Ministerio de Seguridad Nacional de EE.UU. anunció que iba a mandar a 50 agentes de la Agencia de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego a la frontera para intentar reducir el flujo de armas hacia el sur.
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