Baltimore abriga a una de las poblaciones consumidoras de heroÃna más intratables de EE.UU. y ahora un estudio realizado por la Fundación Abell de la ciudad indica que es posible que sea hora de intentar algo nuevo, por lo menos en EE.UU.: el mantenimiento con heroÃna. No se piensa tanto en hacer presión por dicho programa ahora, sino en abrir la puerta para la discusión â una idea honorable considerando que décadas de represión y un tratamiento convencional de la toxicomanÃa últimamente han hecho poco para estancar la marea de adictos.
El estudio, Can Heroin Maintenance Help Baltimore? [¿Será que el mantenimiento con heroÃna puede ayudar a Baltimore?], cuyo autor es Peter Reuter, experto en polÃticas de drogas de la Universidad de Maryland, examinó los programas existentes de mantenimiento con heroÃna en Suiza y Alemania y también el ahora finalizado programa Iniciativa Norteamericana de Mantenimiento con Opiáceos (NAOMI, por sus siglas en inglés) en Vancouver y examinó la escena de la heroÃna de Baltimore. Hasta el momento los resultados que revisó sufrieron disminuciones en la delincuencia y generaron alzas en el empleo y mejoras sanitarias para los participantes.
Pero Reuter también observó que esos programas existentes son caros (más caros que el tratamiento con metadona), sirven a números relativamente pequeños y serÃan controvertidos en términos polÃticos en el entorno estadounidense. En verdad, el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA, por sus siglas en inglés) de EE.UU. recibió la oportunidad de participar en el programa NAOMI, pero se negó. Además, Reuter escribió que las diferencias considerables entre los consumidores inveterados de heroÃna en Baltimore y en las ciudades europeas dificultaban las previsiones de éxito.
¿Será que el mantenimiento con heroÃna puede ayudar a Baltimore? Asà contestó Reuter su misma pregunta:
A lo mejor hay solamente una posibilidad para un experimento. Hay demasiadas diferencias posibles entre la Ciudad de Baltimore y los otros sitios en que se ha intentado la Terapia Asistida por HeroÃna (HAT, por sus siglas en inglés) para permitir previsiones seguras de los resultados. Las visitas a instalaciones en otros paÃses apenas proporcionan un modelo inspirador. La población de clientes en la Ciudad de Baltimore es altamente problemática de modo que aun si la HAT resulta en mejores resultados para el grupo como un todo, muchos de los clientes seguirán desempleados, marginados y en malas condiciones sanitarias. Habrá algunos emblemas, pero no muchos.
Sin embargo, el potencial para beneficios es considerable. Aun en la población heroinómana en vÃas de envejecimiento hay muchos que están profundamente implicados en la delincuencia y regresan con frecuencia al sistema de justicia penal. El proseguimiento de su implicación en los mercados callejeros impone una gran carga a la comunidad en calidad de desórdenes civiles que ayudan a mantener fuera las inversiones y los empleos. Si el mantenimiento con heroÃna lograra sacar a un 10 por ciento de los heroinómanos más problemáticos de Baltimore, el resultado podrÃa ser de reducciones considerables de la delincuencia y de varios otros problemas que conturban en gran medida a la ciudad. Eso basta para hacer que valga la pena el debate sobre el asunto.
âEs una innovación sensata que considerarâ, le dijo Reuter al Baltimore Sun. âNo soy un partidario enardecido de ello, pero sà me parece que alguien deberÃa intentarlo en EE.UU. Tiene tanta plausibilidad que vale la pena intentarloâ.
Pero los funcionarios de Baltimore no se convencieron. âCreo que serÃa un equÃvoco llevar a cabo una idea cara y no comprobada cuando necesitamos más recursos para un tratamiento eficaz de la toxicomanÃaâ, dijo el Dr. Joshua Sharfstein, el comisionado municipal de salud, quien por lo visto no llegó a leer el informe. âNo hay nada que me persuada a invertir en algo tan caro y sin pruebasâ.
El Dr. Peter Beilenson, ex comisionado de salud de Baltimore, temÃa que la idea era demasiado radical para que fuera ejecutada en EE.UU. y que pudiera menoscabar reformas más plausibles. âNo es como si todo hubiera sido intentado y todo hubiera fracasado y uno se rindiera nomásâ, dijo Beilenson, quien ahora es el alto funcionario de salud de la Comarca de Howard. âEl problema es que si se va a hacer alguna reforma razonable en las polÃticas de drogas, este asunto de la heroÃna es una distracción que dispersa toda la atención. Hace parecer que cualquier interesado en la reforma de las polÃticas de drogas es locoâ. [N.E.: Beilenson lo sabe bien â lo intentó en 1998.]
Pero algunos especialistas en adicción dijeron que por lo menos deberÃa haber un ensayo clÃnico. â¿Si creo que serÃa interesante? En un entorno controlado con ensayos clÃnicos, sÃâ, dijo Susan Sherman, una epidemióloga de la Facultad de Salud Pública de Johns Hopkins Bloomberg. âPara mÃ, también es importante tener un diálogo público, independientemente del resultado. Ello fuerza a la gente a tratar de asuntos realmente difÃciles respecto al consumo de drogas y a los usuarios de drogasâ.
âClaro está que la mayor parte de los estudios demuestra que son provechososâ, dijo el Dr. Christopher Welsh, profesor adjunto de psiquiatrÃa en la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland. âPero valerse de fondos públicos para financiar algo de esa especie serÃa todo un otro nivel de polÃtica, especialmente con esta economÃaâ.
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