Hace dos semanas el Congreso de EE.UU. aprobó el proyecto de estÃmulo económico de US$ 787 mil millones que contaba con US$ 3,8 mil millones para la fuerza pública, gran parte de lo cual estaba destinada a proseguir la guerra contra las drogas. El lunes los lÃderes demócratas gastadores de la Cámara volvieron a hacer de las suyas cuando revelaron su proyecto de la ley general de presupuestos para el año fiscal 2009 y nuevamente hay más dinero para la imposición de la legislación antidroga.
Mientras que las subvenciones Byrne JAG pueden ser utilizadas para financiar juzgados de delitos de drogas y programas de prevención, normalmente son más usadas para financiar destacamentos antidrogas de la fuerza pública que actúan en varias jurisdicciones, como los que se descontrolaron en Tejas últimamente. Con el argumento de que el gasto no habÃa demostrado su eficacia, el gobierno Bush intentó recortar considerablemente o aun reducir a cero los fondos para las subvenciones Byrne JAG, pero hizo frente a la oposición constante de los representantes âduros con la delincuenciaâ de los dos partidos.
Aparte de financiar el programa de subvenciones Byrne JAG en niveles superiores a los del año pasado, en el proyecto de la ley de presupuestos figuran US$ 550 millones para el programa Servicios de Vigilancia PolicÃaca Orientados hacia la Comunidad (COPS, por sus siglas en inglés), que recibió US$ 1 mil millones hace solamente dos semanas en el proyecto de estÃmulo económico. En ello también están otros US$ 3,2 mil millones en subvenciones de prevención de la delincuencia para las policÃas estatal y municipal â otra área en que el gobierno Bush trató de conseguir y logró reducciones en los fondos. Este programa de subvenciones fue recortado de US$ 4,7 para US$ 2,7 mil millones durante los años Bush.
La Agencia Federal de Prisiones (BOP, por sus siglas en inglés) de EE.UU. salió igualmente victoriosa. La reacción del Congreso al sistema penitenciario federal que se estira bajo los resultados de una severa imposición de la legislación antidroga federal y de las leyes condenatorias es simplemente la de aumentar el presupuesto para prisiones. Según el proyecto, el presupuesto de la BOP saltarÃa casi un 10% para US$ 6,2 mil millones.
También hay incrementos en el gasto de la guerra a la droga â y una disminución notable â en la sección del Departamento de Estado y de operativos en el extranjero del proyecto de la ley de presupuestos. La Iniciativa Mérida para auxiliar al Estado Mexicano en su lucha contra los violentos carteles del narcotráfico recibirÃa US$ 405 millones, sin contar un presupuesto de emergencia de US$ 465 millones ya aprobado. Además, la Agencia de Fiscalización y Represión Legal Internacional de Estupefacientes â conocida coloquialmente como âdrogas y gamberrosâ [drugs and thugs] â es una buena candidata para recibir un aumento presupuestario enorme del 35%, de US$ 557 millones en el 2008 para US$ 875 millones este año.
El único perdedor de la lucha contra la droga en el proyecto de la ley de presupuestos es el Plan Colombia, conocido como Programa Antidroga Andino en el gobierno Bush. Como EE.UU. ha invertido más de US$ 5 mil millones en el programa desde 1999 sólo para presenciar un aumento en la producción de coca, los demócratas de la Cámara de Diputados de EE.UU. están tomando providencias para recortar sólo unos cuantos dólares de ese programa fracasado. En vez de los US$ 405 millones que el gobierno Bush solicitó para el 2009 o los US$ 320 millones que el Plan Colombia recibió en el 2008, el nuevo proyecto de la ley de presupuestos tiene solamente US$ 315 millones para la lucha andina contra la droga.
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