Esta semana los perdedores en el intento del Estado de Nueva York de reformar su durÃsima legislación Rockefeller sobre la droga, sobre todo los fiscales y legisladores republicanos, hicieron una tentativa de última hora de barrenar parte de las reformas. Pero considerando la reacción enérgica de los defensores de la reforma, el gobernador David Paterson (D) y los demócratas de la Asamblea, la labor parecÃa encallada al paso que la semana tocaba a su fin.
Como la ley de reforma en la legislación Rockefeller debe entrar en vigor la próxima semana, Dean Skelos, lÃder de la minorÃa republicana en el Senado de Nueva York, fue noticia con la convocación de una rueda de prensa el lunes para advertir que permitir que los jueces archiven los antecedentes de âdelincuentes peligrososâ suponÃa una amenaza a la seguridad de los neoyorquinos. âEsto posiblemente va a matar a personas si no se lo revoca", dijo Skelos (R-Rockville Centre). âEs una cuestión de vida o muerteâ.
âEs simplemente alucinante en términos del impacto de esta disposiciónâ, dijo el senador Frank Padavan (R-Bellerose), el principal ponente del intento de deshacer la disposición. âEste cambio en nuestra legislación estatal sobre la droga desafÃa todo el buen sentido porque efectivamente harÃa tabla rasa de los criminales que enfrentarán las verificaciones necesarias de antecedentes penales para obtener cargos de fiducia y confianza públicaâ.
âSignifica que alguien condenado por vender drogas en el patio de un colegio podrÃa ser contratado como maestroâ, añadió Skelos. âAlguien que cuida a bebes, alguien que maneja un laboratorio de metanfetamina cristalina podrÃa estar entregando remedios a su abuela en una casa de reposo. Y un individuo condenado por falsificación o hurto mayor podrÃa administrar su dinero en el banco o aceptar su solicitud de préstamo o de una tarjeta de créditoâ.
Los fiscales también se sumaron al ataque. âSi se examina la lista de empleos y licencias que se podrá obtener sin tener que revelar los propios delitos de drogas a un posible empleador, se verá que es impresionanteâ, le dijo Daniel Donovan, fiscal de Staten Island y director de la asociación estatal de fiscales, a Ithaca Journal.
Parece bastante asustador y esa táctica de intimidación funcionó por lo menos hasta cierto punto. Al principio los demócratas del Senado titubearon y dijeron que podrÃan hacerse cargo de la cuestión. El miércoles el senador Eric Schneiderman (D-Manhattan), el ponente del proyecto de reforma en la legislación Rockefeller en el Senado, indicó que intentará dilatar la implementación de la disposición sobre el archivo de antecedentes.
Pero si uno lo analiza más de cerca, el llamamiento de los republicanos y los fiscales a la seguridad pública parece debilÃsimo, tal vez aun hipócrita, especialmente si se tiene en cuenta que hace décadas que los fiscales poseen el mismo poder de archivar antecedentes por condenaciones â y que lo han utilizado efusivamente sin mucho escrutinio.
La nueva disposición es mucho más transparente. Con arreglo a ella, el juez solamente puede ordenar el archivo condicional de los antecedentes después que la persona haya concluido exitosamente tanto un programa de tratamiento de la toxicomanÃa supervisado por el Judiciario como la condena por el delito cometido que los tribunales le impusieron y después que el juez pondere, entre otras cosas, las circunstancias y la gravedad del delito, el carácter del reo, sus antecedentes penales y el impacto del archivo sobre la seguridad pública. El juez también debe notificar al fiscal y darle la oportunidad de pronunciarse y puede denegar una solicitud de archivo aun si el solicitante haya concluido el tratamiento de la toxicomanÃa.
Aun mientras señalizaba que podrÃa admitir la dilatación para discutir la disposición, Schneiderman defendió el proyecto de ley. âEl reo deberÃa poder presentarse ante un juez y decirle que el fiscal no querÃa hacerloâ, dijo. âEntonces el juez puede invalidar la decisión del fiscalâ, añadió, antes de proceder a acusar el Partido Republicano de intentar âaterrorizar a los ciudadanosâ.
Si por un lado Schneiderman se habÃa intimidado con la ofensiva republicana, por el otro algunos de sus colegas demócratas en el Senado no habÃan sido amedrentados. Ruth Hassell-Thompson (D-Mount Vernon), presidenta del Comité sobre la Delincuencia del Senado, dijo en una declaración que la crÃtica âes una actitud alarmista de una minorÃa que se niega a aceptar la idea de que muchos de estos ex adictos han cumplido su pena y han demostrado que merecen una segunda oportunidadâ.
Los defensores de la reforma tampoco se cruzaron de brazos. âAquà la verdadera cuestión no es la del archivo, sino de quién lo decideâ, dijo Gabriel Sayegh, director de proyectos de Drug Policy Alliance. âHace años que los fiscales archivan antecedentes y mientras ellos poseÃan la discreción de archivar antecedentes, no les importaba el archivo. Pero ahora que la discreción ha sido devuelta a los jueces, los fiscales objetan a la práctica. No se trata de archivar antecedentes, que funciona cuando lo hacen bien. Se trata de saber quién lo decide y los fiscales no quieren perder el control sobre el procesoâ.
âLos representantes de centroderecha y los agentes de la fuerza pública, sobre todo los fiscales, intentan aprovecharse polÃticamente de esta cuestión y se valen de tácticas bastante antiguas a fin de atacar a la población para que se asusteâ, dijo Robert Gangi, director ejecutivo de Correctional Association of New York, integrante de la coalición Drop the Rock para reformar la legislación Rockefeller. âPero creo que nuestro lado ha defendido las disposiciones sobre el archivo con mucha elocuencia y vehemenciaâ.
âLas personas que tienen antecedentes penales â independientemente de su antigüedad o naturaleza â frecuentemente no pueden acceder por tiempo indefinido a muchas esferas de la sociedad, incluso la del empleoâ, dijo Anita Marton, vicepresidenta de Legal Action Center. âEsta disposición aumenta las oportunidades de empleo para que la gente pueda recibir verdaderamente una segunda oportunidad de tener éxito y contribuir a la sociedad. Es una polÃtica listaâ.
âLos fiscales y algunos funcionarios elegidos oportunistas quieren estorbar y estigmatizar a la gente al prohibir que los jueces archiven los antecedentes de personas que han concluido exitosamente el tratamiento de su toxicomanÃaâ, dijo Anthony Papa, especialista en comunicación de Drug Policy Alliance, quien cumplió 12 años por un delito de drogas no violento primerizo. âDeberÃamos eliminar los impedimentos para que las personas reingresen a la sociedad y puedan desempeñar las funciones de ciudadanos productivos que pagan sus impuestos. Acceder al empleo forma una parte importante de elloâ.
El miércoles el gobernador David Paterson (D) lo habÃa sopesado y dijo que la ley deberÃa permanecer tal cual está. Las reformas tratan de darles a los jueces la discreción para desviar a los infractores no violentos de la legislación antidroga al tratamiento e impedir que sean reducidos a prisión, manifestó, y la gente que concluye dichos programas no deberÃa ser penalizada cuando busque trabajo. âSentimos que es útil para la sociedad intentar ponerlas en hogares y trabajos sin marcarlas con la cicatriz de su adicciónâ, dijo durante una reunión con los legisladores para discutir el asunto.
La declaración del gobernador le dio en el clavo, dijo Gangi. âEn verdad, archivar los antecedentes es una idea buenÃsima que no aumenta el riesgo para la seguridad públicaâ, dijo. âLa gente que ha pasado por el tratamiento y ha evitado la prisión seguirá haciendo bien las cosas. No es bueno poner obstáculos en su caminoâ.
Como Paterson se puso firme y los demócratas de la Asamblea están ahà a su lado, la cuestión debe estar enterrada ahora, dijo Gangi. âLos demócratas de la Asamblea ni siquiera van a pensar en examinarloâ, dijo, âaun si los demócratas en el Senado titubean. Con el apoyo del gobernador y si los demócratas de la Asamblea se mantienen firmes, hay todavÃa más razones para que los trámites no empiecen. Debe ser un caso concluido y hay que proceder al próximo asunto apremianteâ.
¡Ay, cómo han caÃdo los poderosos! Hasta el año pasado, los fiscales y sus aliados republicanos en la Asamblea estatal lograron hacer que la reforma retrocediera a palazos con las cachiporras del acoquinamiento y de la demagogia. Ahora parecen perdedores solitarios, se burlan de sus apelaciones y sus chillidos de descontento se pierden en el viento.
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