Desde que entró en vigor la reclasificación del cannabis como droga más peligrosa del gobierno laborista británico en enero, la policÃa ha llevado a cabo una estrategia de tres niveles para tratar de los fumadores de marihuana. Un primer delito conlleva una advertencia por escrito, el segundo acarrea una multa de US$ 128 y el tercero va a juicio. Pero los infractores de la legislación anticannabis por segunda vez, los que reciben la multa, no hacen cola para pagarlas.
De los 565 tenedores de marihuana multados que no han pagado las multas, la PolicÃa Metropolitana considera que sólo 13 están supeditados a enjuiciamiento en espera de una vista judicial. Solamente consta âmulta registradaâ para otros 470 y la busca del pago está siendo delegada a los magistrados. Además, en 82 casos aparece simplemente âimpagadoâ, pese a que los funcionarios le dijeran a Standard que también serÃan perseguidos.
Sin embargo, tan interesante como el Ãndice de impagos es la luz que los datos echan sobre el nivel de la represión al cannabis en Londres. En el cuarto perÃodo de enero a abril, la policÃa expidió advertencias a 12.482 personas, emitió multas a 977 infractores por segunda vez y encaminó a 530 infractores por tercera vez al tribunal.
A ese ritmo, la policÃa londinense advertirá, multará o arrestará a cerca de 42.000 personas al año por infracciones de la legislación anticannabis de menor entidad. Esas especies de cifras muestran que Londres hace buena liga con Nueva York en el auge de las medidas enérgicas del alcalde Rudolph Giuliani cuando la ciudad respondÃa de un 10% más o menos de todos los arrestos por marihuana en Estados Unidos.
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