El lunes la Corte Suprema de EE.UU. decidió que los policÃas tienen el derecho a cachear a los pasajeros en coches detenidos por infracciones de tránsito aun si no tienen pruebas de que el pasajero haya cometido un delito o esté a punto de hacerlo. Este fallo es el último en una ahora larga serie de decisiones desde el fin del tribunal Warren â muchos de ellos casos de delitos de drogas â que han desgastado la proscripción de la Cuarta Enmienda contra registros sin orden.
En su decisión, la Corte Suprema desestimó por unanimidad una decisión del tribunal de apelaciones de Arizona que rechazó las pruebas en un registro de esa especie por considerarlas de obtención inconstitucional.El fallo sucedió en Arizona vs. Johnson, en que Lemon Johnson estaba en el asiento trasero de un auto detenido por la policÃa antipandillas en Oro Valley. Tras interrogar a Johnson en el auto y obtener informaciones de que venÃa de âun lugar conocido [por la policÃa] por ser la sede de la pandilla Cripsâ y que habÃa cumplido pena por robo con allanamiento de morada, la policÃa le pidió que saliera del auto para hacerle más preguntas. Al observar que Johnson llevaba puesto un pañuelo azul y tenÃa un escáner en su bolsillo, la policÃa âlo cacheó por la seguridad de la oficialâ.
Durante el cacheo, la policÃa encontró una pistola y una bolsita de marihuana. Johnson fue acusado de delitos de tenencia de armas y drogas. Lo condenaron en juicio, pero la condena fue anulada por el tribunal de apelaciones, el cual sostuvo que pese a que Johnson hubiera sido detenido ilegalmente cuando la policÃa paró el auto por una infracción de tránsito, durante el encuentro, antes de que Johnson fuera cacheado, la detención se habÃa âconvertido en un encuentro consensual distinto que provenÃa de una investigación no relacionada [de la policÃa] de la posible filiación de Johnson a una pandillaâ. Sin âmotivo para creer que Johnson estuviera involucrado en un delitoâ, sostuvo el tribunal, la policÃa âno tenÃa derecho de cachearlo en busca de armas, aun si tuviera motivo para sospechar de que estuviera armado y fuera peligrosoâ.
Eso no está bien, manifestó la Corte Suprema en una decisión de autorÃa de la ministra Ruth Bader Ginsburg. Citando una jurisprudencia que remontaba a Terry vs. OhÃo (1968), que determinó que la policÃa puede detener e interrogar constitucionalmente a las personas si cree razonablemente que un delito ha sido o está a punto de ser cometido y que la policÃa puede cachearlas en busca de armas, Ginsburg y la Corte decidieron que dichos cacheos son permisibles si la policÃa âabriga la sospecha razonable de que una persona sometida al cacheo está armada y, por lo tanto, es peligrosa para la seguridad del policÃa y del públicoâ.
Add new comment