El presidente mexicano Felipe Calderón llegó al poder hace casi dos años prometiendo destruir los poderosos carteles del narcotráfico del paÃs y los delitos de sangre vinculados con ellos. Pero ahora, aproximadamente 5.000 muertes relacionadas con la prohibición después y con los delitos de sangre también en alza, Calderón es cada vez más criticado por no cumplir sus promesas.
âHe solicitado este incremento de casi 40 por ciento porque sabemos que hoy la seguridad, la justicia y el orden son el principal desafÃo que enfrenta Méxicoâ, dijo Calderón.
De hecho, desde que Calderón tomó posesión y convocó a cerca de 30.000 soldados para sumarse a las policÃas estatal, municipal y federal a fin de que se hagan cargo de los carteles, los problemas solamente se han empeorado. La violencia relacionada con la prohibición no solamente se está intensificando â cerca de 3.000 han sido muertos en la lucha contra la drogas hasta este momento del año -, pero los delitos comunes han crecido a tales proporciones que hace apenas dos semanas decenas de miles de mexicanos se echaron a las calles de México, D.F. y otras ciudades para exigir que Calderón haga algo.
Calderón contestó las protestas primero reuniéndose con los lÃderes de la marcha, luego anunciando una serie de medidas anticriminalidad, y, ahora, buscando un gran aumento en los fondos de combate a la criminalidad. Pero hasta el momento nada ha funcionado. En apenas una semana a fines de agosto, 130 personas murieron por la violencia relacionada con la prohibición en México.
Aunque probablemente Calderón pueda contar con la aprobación de su solicitación de más fondos para luchar contra la droga y la criminalidad, también puede contar en los próximos meses con la llegada de un tramo de un paquete de ayuda antidroga estadounidense de $1.4 billón de dólares que consiste, en su mayor parte, en helicópteros, aparatos de vigilancia y entrenamiento. Entonces veremos si más de lo mismo produce resultados distintos.
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