Al contestar datos recientes que indican que los jóvenes ciudadanos de Queensland cambian para el éxtasis tras la estela de un incremento acentuado en el impuesto del gobierno estadual sobre los populares âalcopopsâ, un destacado investigador de las drogas dijo que los jóvenes estarÃan mejor consumiendo pequeñas cantidades de éxtasis que emborrachándose. Como es lógico, los comentarios han atraÃdo crÃticas de algunas partes.
Las drogas ilegales matan a mil australianos al año, pero el alcohol mata a cerca de 20.000. De acuerdo con un estudio gubernamental de 2004, el 19% de los hombres con 18 a 24 años y el 11% de las mujeres en el mismo grupo etario han tomado parte en borracheras â definidas como siete tragos o más de una sola vez â al menos una vez por semana a través del año anterior.
El éxtasis es âmás barato y seguroâ que el consumo excesivo de alcohol, dijo Najman. âCon el éxtasis no hay ni problemas relacionados con las drogas, incluso surtos psicóticos y conducta violenta, como con las anfetaminas y el alcoholâ, dijo.
Emily Jaehne, doctora por la Universidad de Adelaida, atacó la declaración de Najman por dos cosas. Ella dijo que se adulteraba el éxtasis con frecuencia, pero que eso es creación de la prohibición, no una propiedad de la droga en sÃ. Su segunda acusación, la de que el éxtasis causa aumentos potencialmente graves en la temperatura del cuerpo, era más fuerte. âCuando consumido en clubes nocturnos o fiestas de música electrónica, los efectos acentuados pueden resultar en lesión cerebral grave o muerteâ, dijo la Srta. Jaehne.
Pero aunque el riesgo de muerte por consumir éxtasis sea real, también es infinitesimal. De acuerdo con un estudio de 2004 de las tasas de mortalidad nacionales, 12 personas murieron de causas vinculadas con el éxtasis en Australia entre 2001 y 2004.
Con todo y eso, eso no impidió a Jo Baxter, directora de Drug Free Australia, llamar los comentarios de Najman âirresponsablesâ y peligrosos. âNo hay ninguna garantÃa de que si los jóvenes escuchan un mensaje del llamado âconsumo seguroâ de las autoridades vayan a consumir solamente pequeñas cantidades. Consumir éxtasis es como la ruleta rusa. Ningún individuo sabe exactamente lo que hará con la quÃmica de su cuerpoâ, dijo.
âUna persona en el puesto del profesor Najman y con sus tÃtulos muestra una extraordinaria falta de responsabilidad si sus puntos de vista han sido reportados con exactitudâ, prosiguió Baxter. âEl otro aspecto es el de que tenemos que preguntarnos en serio por qué nuestros jóvenes sienten la necesidad de consumir drogas a fin de âpasarla bienâ. Necesitamos dar a nuestros jóvenes motivos para no depender de las drogas para sus eventos sociales. Si podemos reducir la demanda, los enormes volúmenes de éxtasis que ingresan ahora a Australia no tendrÃan mercadoâ.
Que tenga buena suerte, Sra. Baxter.
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