En una lección sobre las consecuencias imprevistas de la imposición de la prohibición de las drogas, en Dundee la policÃa ha admitido que su medida de fuerza contra la heroÃna ha resultado en un aumento en los delitos de sangre. La policÃa lo llamó âun efecto colateral infelizâ de la medida, que calificó un éxito.
La PolicÃa de Tayside llevó a cabo el Operativo Waterloo a principios de este año en un intento de visar a traficantes y usuarios en las regiones de Hilltown y Maryfield de Dundee. El subjefe de policÃa Clive Murray le dijo a la Junta de la PolicÃa de Tayside que 39 personas habÃan sido arrestadas y se decÃa que los precios habÃan aumentado y el mercado de heroÃna habÃa sido desbaratado.
Pero también reconoció que el operativo habÃa incrementado el número de agresiones y asaltos. En el primer trimestre de 2008, los delitos graves y de sangre en la región estaban en el mismo nivel del año anterior, pero hacia mediados del año, al paso que la medida de fuerza se propagaba con furia, los crÃmenes empezaron a aumentar.
âLa mayor parte del incremento ocurrió en la División Central y el último análisis indica que de 46 agresiones graves registradas 12 implicaron el uso de un cuchillo o instrumento con hojaâ, le dijo Murray a la junta. âEn el 82% de los asaltos detectados, lidiamos con personas adictas a la heroÃnaâ, dijo, agregando que en muchos delitos de sangre tanto el agresor como la vÃctima eran adictos.
La prostitución también habÃa aumentado desde la medida enérgica, dijo. Pero también habÃa una buena noticia, manifestó Murray sin demoras.
âLas sobredosis de heroÃna están en bajaâ, dijo Murray. âA lo largo de agosto, hubo apenas dos muertes por drogas en la División Central. Para mÃ, la buena noticia es que las informaciones indican que hay personas yendo voluntariamente a AD Action y otras agencias en busca de tratamiento. Los adictos nos han dicho que recibieron bien el operativo porque les da la oportunidad de parar de consumir heroÃnaâ.
Con todo, bajo el interrogatorio de la junta policÃaca, Murray admitió que, aunque creyera que el Operativo Waterloo era un buen modelo, ello necesitaba más desarrollo. âEs un buen modelo y será más desarrollado para las regiones que crean este ambiente hostilâ, dijo. âSi usted me pregunta: â¿Lo has hecho bien de esta vez?â, la respuesta es no. Tenemos que aprender con la experiencia. Tenemos que involucrar y trabajar con los colaboradores. Ante todo, la policÃa allá está para lidiar con la represiónâ.
Pese a que algunos adictos puedan haberle dicho a la policÃa que recibieron el operativo con los brazos abiertos, el número creciente de delitos atribuidos a los adictos da a entender que muchos más quieren solamente consumir su heroÃna â con gana suficiente para asaltar a los demás a fin de conseguirse el dinero para costearla.
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