Con la elección del martes en el pasado y el entrante gobierno Obama dirigiendo su atención a llenar todos esos puestos en el gabinete y la Casa Blanca, ya se empieza a especular sobre quién va a reemplazar al dimisionario secretario antidroga John Walters como director del Gabinete de PolÃtica Nacional de Fiscalización de Drogas de la Casa Blanca (ONDCP, por su sigla en inglés). En verdad, las especulaciones empezaron aun antes que se terminaran las elecciones.
Fue una selección interesante, aunque no particularmente inspiradora. Como jefe de policÃa en Los Ãngeles, Bratton no ha sido un enemigo serio de la marihuana medicinal, pero en su encarnación anterior como comisionado de la policÃa de la Ciudad de Nueva York a mediados de los años 1990, su fuerza policÃaca arrestó a decenas de miles de personas al año por delitos leves relacionados con la marihuana, sometiéndolas a una estada media de 24 horas en las cárceles apestosas de la ciudad antes de la lectura de cargos. Bratton también es partidario del modelo âventanas rotasâ de vigilancia policÃaca, que, en la forma mutada que asumió en Nueva York bajo su liderazgo y el de Rudy Giuliani, insiste que la manera de controlar los delitos graves es controlar los crÃmenes no tan serios â pese a los rumores de puntos de vista reformistas de parte de Bratton en privado, el Ãndice de arrestos por marihuana de la Ciudad de Nueva York aumentó diez veces y todavÃa le falta bajar otra vez.
Pero sondear la carrera de Bratton para saber cómo podrÃa portarse en cuanto secretario antidroga ya es una futilidad. El Los Angeles Times informó ayer que Bratton ha dicho que no va a Washington para reemplazar a Walters. âNo es algo que busco, no me han abordado con respecto a esoâ, dijo Bratton. âNo hay motivo para salir de Los Ãngeles â me pagan muy bienâ.
Entonces, los especuladores respecto al secretario antidroga tienen que regresar al punto de partida. La Crónica de la Guerra Contra las Drogas va a contactar a varias personas la semana que viene para intentar comprender mejor quien puede terminar administrando las polÃticas de drogas federales estadounidenses y saber si necesitamos a un secretario antidroga o no. Esté atento.
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