Las relaciones ya frÃas entre Bolivia y EE.UU. se pusieron aún más frÃas este fin de semana cuando el presidente Morales declaró el sábado que iba a suspender los operativos antidrogas de la DEA estadounidense dentro del territorio boliviano. Al hacer el anuncio, Morales acusó a la DEA de interferir en los asuntos interiores bolivianos e intentar socavar su gobierno.
Morales, un ex sindicalista cocalero que llegó a la presidencia en 2006, ha adoptado una polÃtica de âcocaÃna cero, pero no coca ceroâ en el paÃs andino donde la planta de coca es generalmente mascada o tomada como té por los indÃgenas. Según el programa de Morales, los agricultores pueden cultivar pequeñas cantidades de coca en áreas especÃficas para consumos tradicionales e industriales.
Aunque a principios de este año funcionarios estadounidenses reconocieran los éxitos bolivianos en la lucha contra el tráfico de cocaÃna, las tensiones han estado aumentando â no todas ellas tienen que ver con la coca y la cocaÃna. El gobierno boliviano limitó las actividades de la DEA a principios de este año, luego echó al embajador estadounidense por acusarlo de apoyar un golpe de lÃderes separatistas de las provincias orientales para derrocar el gobierno en septiembre. EE.UU. tomó represalias expulsando al embajador de Bolivia en Washington y, el mes pasado, añadiendo a Bolivia a la lista de paÃses que no habÃan cumplido adecuadamente las metas de EE.UU. en la lucha contra las drogas.
Pese a que Bolivia sea solamente el tercer productor más grande de coca en la región, detrás de Colombia y Perú, dicho paÃs y Venezuela fueron los únicos descertificados en Latinoamérica. Venezuela echó a la DEA en 2005, también aludiendo a interferencia en asuntos interiores.
Funcionarios estadounidenses negaron la afirmación de interferencia de la DEA hecha por Morales. âEstas acusaciones son falsas y absurdasâ, le dijo un alto funcionario del Departamento de Estado de EE.UU., cuya identidad no fue revelada, a Time en respuesta al anuncio del sábado. âLa DEA tiene 35 años de historia de trabajo eficaz y profesional con nuestros compañeros bolivianosâ, añadió el funcionario.
Unos 70 ciudadanos bolivianos han sido muertos y cerca de 1.000 quedaron heridos combatiendo las labores de erradicación de la coca lideradas por la DEA desde fines de los años 1980. El descontento por las polÃticas de fiscalización de la coca le ayudó a Morales a alcanzar la presidencia en 2006.
Actualmente EE.UU. financia las labores antidrogas bolivianas con $35 millones al año. No se sabe qué va a pasar con esos fondos.
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