El Gabinete de PolÃtica Nacional de Fiscalización de Drogas de la Casa Blanca (ONDCP, la sigla en inglés para la secretarÃa antidroga de EE.UU.) ha puesto de manifiesto su condenación de las varias providencias para despenalizar la tenencia de marihuana en EE.UU., pero ahora dice otra cosa cuando se trata de una propuesta parecida en México. El secretario antidroga John Walters le dijo al New York Times el viernes pasado que era a favor del reciente pedido de despenalización de la tenencia de pequeñas cantidades de todas las drogas ilÃcitas del presidente mexicano Felipe Calderón.
Según la propuesta de Calderón, la gente pillada teniendo drogas puede evitar las sanciones penales si está de acuerdo en someterse a evaluación y tratamiento de su âproblema con la drogaâ. Calderón expone la medida como una forma de concentrar las labores policÃacas mexicanas en los carteles del narcotráfico poderosos y violentos del paÃs en vez de desperdiciar tiempo y recursos metiéndose con a usuarios de drogas.
âNo creo que eso sea la legalizaciónâ, dijo Walters, quien es a favor del abordaje duro de Calderón al narcotráfico e hizo presión vigorosamente por el paquete de ayuda antidroga de varios años y miles de millones de dólares a México que fue aprobado por el Congreso de EE.UU. a principios de este año.
Eso instigó al Marijuana Policy Project a publicar un comunicado de prensa intitulado âLas ranas crÃan peloâ [Hell Freezes Over]. âNo puedo creer que lo digo de veras, pero John Walters tiene razónâ, dijo Rob Kampia, director ejecutivo del MPP. âSecundamos efusivamente su apoyo a eliminar las sanciones penales para los usuarios de marihuana en México y ansiamos por trabajar con él para terminar con dichas penas en EE.UU. tambiénâ, dijo Kampia.
âEs fantástico que John Walters haya reconocido la destrucción masiva que la lucha contra la droga ha infligido a México y ahora pida reformas allá, pero es un hipócrita de marca mayor si sigue oponiéndose a reformas parecidas en EE.UU.â, prosiguió Kampia. âLa propuesta mexicana es mucho más radical que las propuestas del MPP para despenalizar la marihuana u ofrecer medicinalmente la marihuana, contra las cuales John Walters y sus secuaces denostanâ.
No todos estaban tan entusiasmados. Escribiendo para la bitácora Hit and Run de la revista Reason, Jacob Sullum estuvo de acuerdo con Walters en que la propuesta de Calderón no es la legalización. âEn verdad, es aun un exagero llamar la propuesta de Calderón âdespenalizaciónââ, escribió. âSeguramente es una mejora si los usuarios de drogas ilegales no van presos, aun si la alternativa es un programa de tratamiento que puede ser inadecuado, ineficaz o los dos. Con todo, conforme al plan de Calderón, la amenaza de la cárcel aún está suspendida sobre cualquiera que infrinja los tabúes farmacológicos del gobierno y no esté listo para pasar por la reeducación, lo que conlleva identificar a sà mismo como adicto, aun si no lo es, e interpretar el rol de la vÃctima desamparada del narcotraficante. Walters ve correctamente que dicha afirmación astricta del dogma de la lucha contra la droga, que compara con una opción de tratamiento o cárcel ofrecida en los âjuzgados de delitos de drogasâ estadounidenses, supone una amenaza menor a las polÃticas actualesâ.
Sullum también observó que Vicente Fox, antecesor de Calderón, habÃa sido a favor de un proyecto de ley en 2006 que habrÃa suspendido las sanciones penales para la tenencia de pequeñas cantidades de drogas hasta retirarlo en vista de la presión de los estadounidenses. En aquella época, un vocero de la Embajada de EE.UU. dijo que el gobierno mexicano deberÃa âasegurar que todas las personas atrapadas en poder de cualquier cantidad de drogas ilÃcitas sean enjuiciadas o mandadas a programas de tratamiento compulsorio de la toxicomanÃaâ. Como indicó Sullum: âLa propuesta de Calderón satisface ese criterio y difiere poco de la práctica actual en muchas jurisdicciones estadounidenses, entonces no es sorprendente que Walters adhieraâ.
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