Más de 100 personas, incluso por lo menos 20 policÃas, murieron en la violencia relacionada con la prohibición en México en la última semana mientras los carteles del narcotráfico intercambiaban balazos con policÃas, soldados y entre sà en ciudades por todo el paÃs. Entre los muertos estaban Ãdgar Millán, comandante de la PolicÃa Federal Preventiva (PFP) asesinado en el umbral de su casa en México, D.F., y Juan Antonio Román, jefe de la policÃa municipal de Ciudad Juárez, abatido delante de su hogar el sábado en una lluvia de balas.
Por lo menos tres otros altos comandantes de la PFP han sido asesinados en México, D.F., en los últimos dÃas, presuntamente por pistoleros del Cartel de Sinaloa encabezado por JoaquÃn âEl Chapoâ Guzmán. Otro comandante de la PFP, Arturo Cabrera, escapó por poco de la bala del asesino el martes en Monterrey. Ãl fue atacado por pistoleros mientras salÃa de la Academia Estatal de PolicÃa, pero logró regresar a la base, donde pudo resistir a sus agresores con su propia arma hasta ser rescatado por un equipo de operativos especiales de la policÃa.El propio hijo de Guzmán, Ãdgar Guzmán, fue abatido en Culiacán, capital de Sinaloa, el sábado, presuntamente por pistoleros del rival Cartel de Juárez, que ha estado luchando con el grupo de Guzmán por el control del narcotráfico allá. Fue apenas el último brote en dos semanas de violencia que ha contado con ataques sanguinarios contra la PFP y la policÃa municipal, enormes convoyes de varios vehÃculos de narcos armados merodeando por las calles y una infusión de 3.000 soldados más en el estado.
El presidente mexicano Felipe Calderón desplegó a los militares mexicanos hace un año y medio en una tentativa de romper el poder de los carteles. Pero con unos 30,000 soldados apostados en la lucha, la violencia no sólo continúa, sino que parece intensificarse. Cerca de 3.000 personas han sido muertas desde que la ofensiva de Calderón empezó, más de 1.100 de ellas hasta este momento del año, de acuerdo con informes de la prensa mexicana.
Ahora, el Congreso de EE.UU. debate la aprobación de un paquete de ayuda antidroga de tres años calculado en $1.6 billón a México, con fuertes inclinaciones hacia el auxilio a los militares. Aunque parezca que la violencia fortalecerÃa los argumentos para dicho programa de ayuda, no se sabe al cierto si una infusión de entrenamiento y tecnologÃa militar va a causar un impacto positivo sobre la lucha de México contra la droga.
[Ed.: En febrero de 2003, el congresista sinaloense Gregorio UrÃas Germán, tras pedir la legalización de las drogas, asistió a nuestra conferencia en Latinoamérica, âSaliendo de las sombras: Terminando con la prohibición de las drogas en el Siglo XXIâ. UrÃas argumentó que âSi no podemos ni siquiera discutir las alternativas, si no podemos ni siquiera admitir que la lucha contra la droga es un fracaso, entonces nunca solucionaremos el problemaâ. Ãl dijo que los foros existentes, como la ONU y la Organización de los Estados Americanos, no son lugares fructÃferos para la discusión, âporque apenas se discuten las polÃticas represivas de Estados Unidosâ. Sinaloa sigue sufriendo con la violencia causada por la prohibición de la droga, como se discutió en este boletÃn informativo cinco años después. De maneras distintas, pero parecidas, los barrios deprimidos por todos EE.UU. sufren con la violencia y el desorden causados por la prohibición también.]
Add new comment