A lo largo del fin de semana, el presidente Bush y John Walters, director del Gabinete de PolÃtica Nacional de Fiscalización de las Drogas (ONDCP, por su sigla en inglés), divulgaron la Estrategia nacional de fiscalización de las drogas de EE.UU. correspondiente a 2008. Mientras que el gobierno utilizaba la estrategia para defender sus polÃticas y hacer unas reivindicaciones de victorias en la guerra contra las drogas, los crÃticos llamaban la estrategia engañosa, deshonesta y propagandÃstica.
La estrategia antidroga del gobierno cuenta con tres elementos clave, dijo Bush: desbaratar las ofertas; reducir la demanda; y proporcionar tratamiento. âNuestra estrategia de fiscalización de las drogas va a seguir todos los tres elementos de este abordaje exitosoâ, dijo. âElla también va a tener miras a un problema creciente â el consumo indebido de medicamentos recetados entre jóvenesâ.
La estrategia antidroga del gobierno está funcionando, afirmaron Bush y el ONDCP, citando caÃdas en el consumo de marihuana, metanfetamina y éxtasis entre jóvenes. La estrategia también señaló caÃdas a corto plazo en la pureza y la oferta de cocaÃna y metanfetamina, pero reconoció un incremento en el consumo indebido de medicamentos recetados.
âEl consumo de drogas entre adolescentes ha caÃdo bruscamente y esto proporcionará beneficios duraderos a nuestro paÃs, ya que sabemos que la mayorÃa de los adultos que se ven enganchados en la adicción empieza consumiendo en la adolescenciaâ, dijo Walters. âPero aún hay demasiados amigos, familiares, colegas de trabajo y vecinos nuestros que se pierden en el laberinto de la adicción. Necesitamos encontrar cualquier manera que podamos para crear un momento decisivo en sus vidas â un momento decisivo que conduzca a la recuperaciónâ.
âLos medicamentos recetados proporcionan beneficios tremendos a nuestro paÃsâ, dijo Walters, âpero cuando son consumidos indebida o abusivamente pueden llevar a la adicción y aún peor. Estamos trabajando con lÃderes en el Congreso para modernizar nuestras leyes a fin de tratar del problema de las âfarmacias electrónicas granujasâ que sortean las salvaguardias de la práctica legÃtima de la medicina y de las recetas. El consumo abusivo de medicamentos recetados es un área de seria preocupación y ahora nos concentramos en las polÃticas de oferta, demanda y prevención de nuestro paÃs con la meta de conseguir las mismas reducciones que hemos logrado para las drogas âcallejerasâ ilegalesâ.
Pero pese a los nuevos énfasis como el que se concentre en los medicamentos recetados, en gran parte la estrategia de 2008 es más de las mismas polÃticas de drogas de siempre. Hace alarde de programas como la Campaña mediática antidroga nacional para los jóvenes, los exámenes toxicológicos aleatorios de estudiantes y trabajadores, los juzgados de delitos de drogas y el proseguimiento de la interdicción, la erradicación y la imposición de la ley interior.
Y los crÃticos ponen en cuestión aun sus reivindicaciones de éxito. âEsto no es una estrategia, es una bolsa de sorpresasâ, dijo Doug McVay, analista de investigación de Common Sense for Drug Policy. âTodo lo que puedan distorsionar como si fuera algo positivo, lo hacen. Total, es sobre todo una linda propagandita. Y lo que escamotea es el hecho lamentable de que han regresado a la misma proporción de gastos de dos para uno que favorece la represión en detrimento de la prevención y del tratamientoâ.
En un análisis de Matthew Robinson, profesor de justicia penal de la Universidad Estadual Apalache, coautor de âLies, Damned Lies, and Drug War Statistics: A Critical Analysis of Claims Made by the Office of National Drug Control Policyâ [Mentiras, malditas mentiras y la estadÃstica de la guerra a las drogas: Un análisis crÃtico de afirmaciones hechas por el Gabinete de PolÃtica Nacional de Fiscalización de las Drogas], Robinson disecciona la estrategia y halló que no da la talla por muchos motivos.
Aunque con efecto el consumo adolescente de marihuana y otras drogas ilÃcitas haya caÃdo durante el gobierno Bush, el consumo abusivo de medicamentos recetados está en alza, como reconoce la estrategia. Eso pone trabas a que el gobierno afirme honestamente que el consumo de drogas entre adolescentes ha caÃdo, indicó Robinson.
âComo ésta es la primera vez durante la cual el consumo joven de varias drogas cayó, ¿será posible que los jóvenes hayan empezado a consumir más analgésicos no medicinales como forma de sustitución de drogas? El ONDCP no presenta ninguna prueba para evaluar esta posibilidadâ, señaló Robinson. âEn la Estrategia de 2008, el ONDCP aún no considera la posibilidad de que, en realidad, los jóvenes consumidores de drogas no han parado de consumir drogas ilÃcitas como LSD, éxtasis o metanfetamina, sino que, al contrario, simplemente han cambiado para medicamentos recetados de acceso más fácil. Si eso es verdad, esto indicarÃa sustitución de drogas en vez de prevención exitosaâ.
Igualmente, la afirmación del ONDCP de que el consumo de drogas está en bajada es el resultado de escoger la estadÃstica a dedo, argumentó Robinson. Mientras reivindica éxito en la reducción del consumo total de drogas, el ONDCP presenta apenas cifras sobre el consumo de drogas entre adolescentes â no el consumo adulto de drogas.
âEs deshonesto de parte del ONDCP reivindicar éxito al cumplir sus metas de reducir el consumo de drogas en 10% y 25% a lo largo de dos y cinco años, respectivamente, cuando ello apenas evalúa las tendencias de consumo de drogas para jóvenes y adultos noâ, señaló Robinson. â¿Cómo podemos saber si las labores del ONDCP funcionan cuando apenas nos muestran datos sobre las tendencias de la droga respecto a los jóvenes y no las que tienen que ver con los adultos?â
âAl ONDCP le gusta jugar con la matemáticaâ, dijo Allen St. Pierre, director ejecutivo de la NORML. âLa NORML ha estado examinando estas cosas durante 30 años y nunca alcanzan sus metas declaradas. Estos tipos tienen un presupuesto de $23 billones al año. Si estuvieran en los Estados Unidos de las empresas, habrÃan sido despedidos por incompetenciaâ.
La afirmación de la estrategia de que está equilibrando el tratamiento, la prevención y la represión también es desmentida por las cifras duras, escribió Robinson. Pese a la prestidigitación presupuestaria a partir de 2003 que hace parecer más grande que lo es en realidad la parte de los dispendios de la lucha contra la droga dedicada al tratamiento y a la prevención, la participación del tratamiento y de la prevención en el presupuesto sigue cayendo, con la represión â la lucha contra la droga â granjeándose 65,2% del presupuesto total el año que viene, un alza con relación a los 56% en 2003.
âDesdichadamente para el ONDCP y nuestro paÃs, la investigación muestra que los abordajes más eficaces y rentables son los que tratan de la demanda, como la prevención y el tratamientoâ, observó Robinson, añadiendo que la investigación ha mostrado que tanto el tratamiento como la prevención rinden más que los gastos con represión. âLa mayor parte del dinero en el presupuesto de lucha contra la droga del ONDCP para el ejercicio fiscal 2009 tiene verdaderamente la intención de âtrabarâ la guerra a las drogas, no por esas labores que son más rentables y eficaces â para prevenir el consumo de drogas y la toxicomanÃa y curar a los toxicómanos a través del tratamientoâ.
Para St. Pierre de la NORML, la sección de la estrategia sobre la marihuana medicinal era especialmente ofensiva. Intitulada âThe Medical Marijuana Movement: Manipulation Not Medicineâ [El movimiento de la marihuana medicinal: Manipulación, no medicina], tenÃa poco que ver con las polÃticas, pero mucho que ver con la polÃtica. Atacaba la marihuana medicinal, dando a entender que cada paciente californiano recibÃa 41 porros al dÃa y citaba a un policÃa de San Diego que se quejaba de las molestias en torno a los dispensarios.
âLa sección sobre la marihuana medicinal es completamente gratuitaâ, dijo St. Pierre. âNo tiene nada que ver con la estrategia antidroga, esencialmente no pasan de temas hirientes de conversación. Y son totalmente tontos. Ellos intentan decir que hay apenas 13.000 pacientes de marihuana medicinal en California cuando sabemos que la cifra verdadera es probablemente diez veces eso. Hay casi 19.000 pacientes en Oregón. Es completamente falso de parte del ONDCP fundar sus cifras para California en un registro de pacientes de allÃ, cuando no hay registro estadualâ.
El ONDCP podrÃa haber conversado con otras comisarÃas de policÃa en California que no fueran hostiles a la marihuana medicinal, diferentemente de la policÃa de San Diego, que cooperó con agentes federales para allanar dispensarios, dijo St. Pierre. â¿Conversaron con la policÃa en San Francisco o en Los Ãngeles o aun en Modesto?â, preguntó. âComo he dicho, parece que están escogiendo a dedoâ.
La estrategia antidroga tiene 79 páginas llenas de estadÃsticas, cuadros y aserciones. Este artÃculo apenas ha leÃdo por encima las afirmaciones y reconvenciones en torno a ella. Los lectores que quieren profundizarse están invitados a leer tanto la estrategia como el análisis de Robinson para más detalles.
Mientras tanto, Robinson se puso su gorra de profesor e intentó proponer una nota para el intento del secretario antidroga. âPodrÃa darles un D por el esfuerzo porque el informe está bien documentado y tiene muchÃsimos gráficos bonitos en elloâ, dijo Robinson, âpero, en conjunto, es deshonesto, entonces tendrÃa que darles un Fâ, concluyó.
Para merecer una nota satisfactoria, la estrategia antidroga tendrÃa que ser renovada, dijo Robinson. âNecesitarÃa declarar con claridad los objetivos y el presupuesto de la lucha contra la droga y luego informar datos sobre cada uno de los objetivos, todos los datos relevantes sobre las tendencias del consumo de drogas para cada droga y grupo etario y datos sobre la oferta, el precio y la pureza de las redadas de drogas. También presentarÃa informaciones sobre el coste de la lucha contra la droga, incluso las costas de la represión y la encarcelación; muertes y enfermedades relacionadas con las drogas y datos sobre criminalidad y violencia. TendrÃa que ser mucho más abarcador, con todos los datos disponibles reportados y análisis de tendencias a largo plazoâ, dijo Robinson.
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