El plan del presidente colombiano Ãlvaro Uribe para erradicar manualmente 100.000 hectáreas de coca este año dio con oposición violenta la semana pasada cuando unos 2.000 campesinos cortaron una ruta en las afueras de MedellÃn, destruyeron una caseta de peaje y lucharon con la policÃa para protestar contra la campaña de Uribe. Los labradores exigen dos años para cambiar para cultivos legales.
Los gobiernos estadounidense y colombiano han gastado billones de dólares en los últimos años en labores de erradicación de los cocales allá, pero el paÃs sigue siendo el principal productor de coca y cocaÃna del mundo. Las protestas campesinas y tiroteos entre soldados y rebeldes ilustran los obstáculos enfrentados por Uribe y sus aliados en Washington.
Para los labradores fuera de MedellÃn, proteger sus cocales es una cuestión de supervivencia, dijeron funcionarios municipales. âLo que están pidiendo son soluciones a su seguridad alimentaria y a su sustentoâ, le dijo Miguel Ãngel Gómez, alcalde del municipio de Tarazá, a la Reuters.
âProtestamos porque al acabarse el cultivo ilÃcito, que todos sabemos que es ilÃcito y hace daño, se acaba el sustento de nuestras familias, se acaba el pan de nuestras familiasâ, le dijo un granjero a una emisora local de televisión.
El gobierno colombiano les ha echado la culpa a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el grupo guerrillero más grande del paÃs, por fomentar las protestas. Como muchos otros actores en el conflicto colombiano, las FARC obtienen beneficios con la coca y el tráfico de cocaÃna.
Add new comment