Como parte de un enorme presupuesto estadual recién revelado, el gobernador Eliot Spitzer (D) de Nueva York propone exigir de cualquiera que compre, venda, transporte o tenga âmarihuana y todas las sustancias controladasâ que posea un âtimbre fiscalâ por la sustancia ilegal. El dispositivo de Spitzer propone un impuesto de $3.50 por gramo sobre la marihuana, pero un impuesto desconcertante de $200 por gramo de cocaÃna.
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Conforme a la propuesta, el impuesto serÃa pagado antes de la compra por el âtraficanteâ, que comprarÃa sellos del Ministerio de Tasación y Finanzas del estado, que luego debe pegarlos a paquetes de drogas para mostrar que el impuesto ha sido pagado. En caso de que los traficantes no acorran a la oficina fiscal para pagar, el proyecto exige que las agencias de la policÃa y fiscales estaduales denuncien a cualquier traficante que no haya pagado sus impuestos a la secretarÃa, a menos que denunciarlos haga peligrar una investigación criminal pendiente.
El gobierno del estado dijo que el impuesto generarÃa $13 millones en el año fiscal 2008-9 y $17 millones un año después. Los ingresos serÃan depositados en el fondo general del estado. Para ser promulgada, la medida debe ser aprobada por la legislatura.
En un comunicado de prensa del miércoles, Ethan Nadelmann, director ejecutivo de la Drug Policy Alliance, dijo que tenÃa dudas sobre el proyecto. Aunque la propuesta de Spitzer pueda ser superficialmente atrayente, serÃa mejor que los neoyorquinos tasaran y regularizaran la marihuana, dijo.
Aunque la idea de tasación sea razonable, prosiguió, âestos proyectos y leyes sobre timbres fiscales tienen un saborcillo a la acumulación gratuita de sanciones punitivas que impregna la guerra a las drogas en conjuntoâ. Además de arresto y prisión, los infractores de la legislación antidroga ya enfrentan todos tipos de consecuencias colaterales e imponer el impuesto sobre las drogas como otra carga más âterminarÃa haciendo más daño que bienâ, dijo. Nadelmann pasó a observar que Spitzer puede ahorrar mucho más dinero para los contribuyentes neoyorquinos cumpliendo sus compromisos de campaña respecto a la reforma de las leyes Rockefeller sobre las drogas.
Y él aprovechó la oportunidad para hacer presión por una reforma fundamental en las leyes sobre la marihuana. âHablando francamente, los neoyorquinos se beneficiarÃan bastante por una propuesta seria de tasación, fiscalización y regularización de la marihuana más o menos como el alcohol hoyâ, dijo. âAunque Nueva York despenalizara la tenencia de marihuana en los años 1970, aún arresta a gente por ese delito con más frecuencia que la mayor parte de los estados que nunca la despenalizaron. Los neoyorquinos gastan muchas decenas de millones de dólares al año con este exceso necio, cuando, por el contrario, el estado puede ganar cantidades aún más grandes tasando este producto siempre popular junto al consumidor. En conjunto, probablemente el consumo aumentarÃa apenas modestamente, considerando la proliferación y la oferta fácil de marihuana hoy, pese a su ilegalidad. Virtualmente, todos los neoyorquinos â tanto a los que les gusta la marihuana como los que no tienen interés en ella â se beneficiarÃanâ.
Extrañamente, el senador Martin Golden, un ex policÃa de la Ciudad de Nueva York y republicano de Brooklyn, criticó el impuesto sobre las drogas desde la dirección contraria. Golden le dijo al New York Post, âotra idea disparatada que en verdad no tiene ninguna legitimidad y ojalá no sea un primer paso hacia la legalización de las drogasâ.
Verenda Smith, socia de asuntos gubernamentales en la Federación de Administradores Fiscales, le dijo al New York Times que los estados necesitan crear una oportunidad por lo menos teórica para que los vendedores de drogas paguen el impuesto legalmente, como compra anónima, para que sea constitucional.
De acuerdo con el gobierno Spitzer, 29 estados ya han aprobado leyes que imponen los impuestos sobre las drogas. Pero varias de esas leyes han sido cuestionadas, la última vez en Tennessee, donde un tribunal de apelaciones estadual decidió el septiembre último que la ley estadual que rige el impuesto sobre las drogas era inconstitucional porque el estado no puede tasar algo que declara ilegal.
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