In memoriam: La jueza Eleanor Schockett de LEAP

Jack Cole de Law Enforcement Against Prohibition escribió el siguiente panegírico para una de las líderes más activas de LEAP, la jueza Eleanor Schockett. Lo reimprimimos de la página web de LEAP.

Estoy triste por tener que informar que la jueza Eleanor Levingston Schockett falleció el sábado, 12 de enero de 2008, en el Hospital Mission en Asheville, Carolina del Norte.

Eleanor era una amiga íntima, colega y defensora invencible del pensamiento sensible en un mundo que necesita urgentemente de gente así.

Tuve la satisfacción de pasar varias semanas en la compañía de la jueza Schockett a lo largo de los últimos cuatro años. Eleanor se filió a la LEAP por correo electrónico, el 02 de julio de 2003, diciendo:

“Me jubilé del tribunal del circuito el 31 de diciembre de 2002. (Trabajé dos términos de seis años). John Chase de la organización November me encaminó a esta organización. Mi interés en este asunto remonta a 1958 cuando escribí mi trabajo de conclusión de curso en la Facultad de Derecho de Tulane acerca de la administración de las leyes sobre las drogas en los Estados Unidos. Los problemas sólo se empeoraron en ese ínterin mientras observaba cuando estaba en la División Criminal del Tribunal. El principal motivo por que no asumí estatus de juez mayor es que quería recobrar mis derechos civiles, para que pudiera manifestarme tanto sobre cuestiones políticas como judiciales. Estoy de pleno acuerdo con su declaración de intenciones y a mí me gustaría hacer todo lo que pueda para contribuir con políticas de drogas más responsables”.

No demoró mucho para que percibiéramos que debíamos reclutarla como integrante de la Directoria de LEAP. Eleanor aguantaba lo que, en la época, parecían ser horas interminables de reuniones de la directoria mientras moldeábamos nuestra organización. Sus consejos siempre eran claros y concisos. En muchas ocasiones ella nos salvó de cometer errores graves.

En aquellos cuatro años, Eleanor nunca rehusó un medio de comunicación concertado para presentar la meta de LEAP para terminar con la prohibición de las drogas. Era absolutamente infatigable. Tuve el honor de viajar con Eleanor y Eddie Ellison, superintendente jefe de detectives jubilado de la Scotland Yard, a Nueva Zelanda. En dos semanas hicimos 90 presentaciones en aquel país. Luego nos fuimos por una semana a la Conferencia Internacional de Reducción de Daños en Melbourne, Australia.

Mi mujer nos acompañó en ese viaje y se transformó en otra de los muchos amigos de Eleanor. Ella nos visitó muchas veces en nuestro hogar en Medford, Massachusetts.

Eleanor combatió el cáncer durante el año pasado, pero murió tras un régimen de quimioterapia y creía haberlo vencido. Nunca se quejó de su propia situación. Ella me decía cómo era ridículo que médicos en Carolina del Norte le cobraran $105 por pastilla para aliviar la nausea causada por su tratamiento cuando un simple cigarrillo de marihuana habría logrado lo mismo – sin los efectos colaterales. Decía que eso apenas la dejaba más determinada a trabajar para acabar con la prohibición de todas las drogas.

La jueza Schockett viajó a Nueva Orleáns el diciembre último para sumarse a 1.200 de nosotros en la Conferencia Internacional sobre la Reforma de las Políticas de Drogas. Ella habló en una de las mesas redondas y nos ayudó a planear nuestra estrategia para seguir con nuestra lucha.

Vamos a extrañar su sentido maravilloso del humor y su ingenio mordaz. Nunca sentía timidez respecto a declarar sus puntos de vista sobre las políticas de drogas o defender a los necesitados. Cuando pienso en todo lo que he aprendido con Eleanor y en todas las maneras por las cuales ha influenciado mi vida me entristezco por haberla perdido, y eso apenas con este período relativamente corto de tiempo a su lado. No puedo imaginar cómo su familia se siente después de conocer a Eleanor una vida entera. Sin ella la LEAP no será la misma. Pero casi puedo escuchar a Eleanor repitiendo las famosas palabras de Joe Hill cuando enfrentaba su muerte inminente: “No pierdan el tiempo guardando luto. Organícense”.

La extrañaremos.

Vea la entrevista de la jueza Schockett con la DrugTruth Network en Nueva Orleáns aquí (exclusivamente en inglés).