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Latinoamérica: EE.UU. acusa a Venezuela de “ser connivente” con el tráfico de cocaína

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Las políticas de control de las drogas fueron la arena en que las relaciones frecuentemente enconadas entre EE.UU. y el mandatario venezolano Hugo Chávez sucedieron esta semana, ya que Washington acusó a Venezuela de confabularse con traficantes de cocaína y Caracas negó vehementemente que ése era el caso. Mientras tanto, esta semana Chávez hizo su aporte anunciando que mascaba coca todos los días.

La controversia empezó el domingo en Bogotá, cuando, tras terminar una reunión con el presidente colombiano Álvaro Uribe, John Walters, el secretario antidroga estadounidense, atacó a Venezuela. Chávez, dijo él, no había logrado ni librarse de los funcionarios corruptos ni negarles a los traficantes la utilización del territorio venezolano.

“Va más allá del yo no puedo hacerlo o yo no voy a hacerlo. Y yo no voy a hacerlo significa que estoy en connivencia”, dijo Walters en comentarios informados por la BBC Mundo. “Creo que es tiempo de enfrentar el hecho de que el presidente Chávez se está transformando en el principal facilitador del tránsito de cocaína a Europa y otras partes del hemisferio”.

Apenas para asegurar que se estaba haciendo entender, Walters lo repitió en una entrevista concedida al Los Angeles Times. “¿Dónde están las grandes incautaciones, dónde están los grandes arrestos de individuos que por lo menos son coordinadores de logística? Cuando esto viene de aeropuertos y puertos marítimos fiscalizados, ¿dónde están las prisiones de funcionarios corruptos? En alguna medida, esto equivale a connivencia”, dijo Walters.

La acusación sucede después que, el semestre pasado, el gobierno de los EE.UU. nombró a Venezuela como uno de los dos gobiernos en todo el mundo que incumplieron los objetivos de las políticas de drogas estadounidenses y más de dos años después que Chávez ordenó el paro de toda cooperación con la DEA en Venezuela al acusar que la agencia violaba la soberanía venezolana.

Venezuela fue rápida en sus respuestas a Walters. En una rueda de prensa el martes, Néstor Reverol, director de la Oficina Nacional Antidrogas (ONA), dijo que Venezuela había estado ocupadísima luchando contra el tráfico de cocaína, habiendo incautado más de 50 toneladas de drogas el año pasado, atrapado 11 laboratorios de cocaína, identificado a 186 pistas de aterrizaje clandestinas y arrestado a más de 4.000 personas.

Reverol dijo que Washington debía “parar de utilizar la lucha contra las drogas como un arma política” y añadió que su gobierno iba a denunciar a los EE.UU. ante la Organización de Estados Americanos (OEA) por su “beligerancia” y “acusaciones infundadas” respecto a las labores de combate a las drogas de Venezuela.

El miércoles, Jorge Valero, embajador venezolano en la OEA, hizo seguimiento con un discurso al Consejo Permanente de la OEA que acusaba a las políticas de drogas estadounidenses de ser “inmorales e intervencionistas”.

La DEA, dijo él, había monitoreado entregas de drogas dentro de Venezuela sin notificar a las autoridades venezolanas, una violación de la soberanía nacional. “La DEA fomenta la injerencia del gobierno de Estados Unidos en los asuntos internos de otros países utilizando como pretexto la cooperación antidrogas”, acusó Valero. “Venezuela no volverá a ser colonia de ningún imperio, es un país libre y soberano y reclama para sí su derecho a desarrollar su propia política antidrogas, y sépase que lo está haciendo exitosamente”.

Mientras tanto, el domingo el Miami Herald informó sin aliento que Chávez había dicho en un discurso reciente que consumía coca todos los días y que el presidente boliviano Evo Morales se la mandaba. “Yo mastico coca todos los días en la mañana… y mira como estoy”, dice en el vídeo del discurso, mientras muestra su bíceps al público. Así como Fidel Castro “me manda helado Coppelia y otras muchas cosas que llegan frecuentemente de La Habana”, el presidente Morales “me manda pasta de coca…te lo recomiendo”.

Aunque Chávez dijera “pasta de coca”, que por lo común es fumada, parece claro que se refería a la hoja de coca, que es mascada.

El Herald y varios expertos que consultó se preocupaban que Chávez hubiese admitido cometer un acto ilegal y aun violar la Convención Única sobre Estupefacientes de 1961 de la ONU, que prohíbe la coca. Un experto estaba inquieto porque Chávez llamó a Morales “narcotraficante”. Pero ni Chávez ni Morales parecen preocupados con el Herald y sus expertos.

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