Skip to main content

Editorial: Una cuestión de equidad básica en el caso de Marc Emery

Submitted by traducidio on

David Borden, director ejecutivo

David Borden
Esta semana se informó que Marc Emery, el famoso reformador de la legislación sobre la marihuana de Canadá y mercader de semillas de antaño, ha hecho provisionalmente un acuerdo de confesión de culpabilidad con el Ministerio de Justicia de EE.UU. que va a escatimar a los otros reos, Michelle Rainey y Greg Williams, de ser enjuiciados y lo escatimará de la extradición a EE.UU., pero lo reducirá a prisión en Canadá durante los próximos cinco años. Los informes eran prematuros – el acuerdo aún tiene que ser acatada por los dos países, cualquiera puede desestimarlo, de acuerdo con Jodie Emery, que publicó entradas en grupos de conversación -, pero parece que así pueden suceder las cosas a estas alturas.

El caso Emery pone de relieve dos cuestiones de equidad básica que tanto el gobierno estadounidense como el canadiense incumplieron. Una es la injusticia fundamental de la prohibición. Como Emery señaló a los medios, nadie fue perjudicado por su negocio. Por lo tanto, quitarle su libertad – reducirlo a prisión – es injusto. Aun cerrar su negocio fue injusto, con base en esta idea, porque la ley lo es. Esto es una inequidad que se aplica a la gran mayoría de los enjuiciamientos a causa de la prohibición de las drogas.

La otra cuestión de equidad deriva del hecho de que Emery llevó su negocio a cabo completamente a descubierto, con el pleno conocimiento de las autoridades en los dos lados de la frontera, durante casi una década. Su oficina queda literalmente en el centro de la región central de Vancouver y la sede de la revista y la librería del otro lado de la calle tienen un escaparate abierto. Yo mismo he visto estos lugares. Cualquiera que haga una búsqueda en la Internet puede descubrir qué hacía – si ya no lo supiera de él directamente, en un mitin o leyendo sus citas en los medios.

Aparte de la injusticia de la propia prohibición, se puede argumentar que porque la prohibición es la ley ahora, el gobierno tenía el derecho de ordenarle que parara hasta que la ley sea cambiada un día. En este sentido, el abordaje justo habría sido informar a Emery que las cosas habían cambiado y que él tenía que parar de vender semillas o correr el riesgo de despertar la ira estadounidense o canadiense al seguir adelante. Desdichadamente eso no fue lo que pasó. Después de no haber hecho nada para tomar medidas contra él durante todos estos años y no haberlo advertido, un día la DEA actuó, llenó documentos de extradición y anunció que Emery y sus amigos podían recibir pena de 20 años de prisión a cadena perpetua. Y Canadá – tras haberlo tolerado a través de los años, aun habiendo aceptado $600,000 más o menos en impuestos, conforme a los informes, sabiendo que él dio la mayor parte de ello – cooperó completamente.

Esta segunda cuestión de equidad es bien específica con relación al caso de Marc Emery, quizá más que cualquier otra. Pero también refleja el carácter del sistema de justicia penal – muchos de nosotros se refieren a ello como el sistema de (in)justicia –, que la gente que toma las decisiones sobre cómo iba a proceder escogiera este camino en vez del otro y que, en primer lugar, las condenas que Emery, Rainey y Williams pueden recibir son descaradamente larguísimas. Aquí en la sedicente tierra de los libres tenemos a muchos presos que cumplen décadas antes de recobrar su libertad, si es que lo hacen un día. Es una señal siniestra de los tiempos que yo me sienta aliviado porque apenas pueda cumplir cinco años.

Pero no se engañe, cinco años es un período largo de una vida, un castigo durísimo y muchísimo tiempo. Intente imaginar cómo usted se sentiría si estuviera a punto de ser preso apenas por un año. Aun un año de prisión es un castigo durísimo, si es que vamos a ser realistas respecto a eso. Pero los halcones “duros con la criminalidad” que han dominado la confección de políticas últimamente se han olvidado de esto. Es una lástima para Marc que eso haya ocurrido. Pero es una lástima para todos nosotros también.

Permission to Reprint: This content is licensed under a modified Creative Commons Attribution license. Content of a purely educational nature in Drug War Chronicle appear courtesy of DRCNet Foundation, unless otherwise noted.

Add new comment

The content of this field is kept private and will not be shown publicly.
This site is protected by reCAPTCHA and the Google Privacy Policy and Terms of Service apply.