Pistoleros sospechosos de pandillas del narcotráfico se pegaron a tiros con soldados y policÃas mexicanos en un enfrentamiento del lunes que dejó a tres pistoleros muertos en lo que ya fue una tranquila ciudad fronteriza, de acuerdo con relatos de la prensa. El ataque sucedió en RÃo Bravo, al otro lado de la frontera desde McAllen en Tejas, donde la matanza de un polÃtico de la ciudad en noviembre por un presunto asesino a sueldo contratado por un cartel del narcotráfico llevó al presidente Felipe Calderón a convocar al ejército, mandando a 3.000 efectivos a que ocuparan el municipio el mes pasado.
El New York Times tenÃa un relato ligeramente diferente. Conforme al Times, la lucha empezó cuando agentes federales intentaron detener una furgoneta que llevaba a tres hombres que portaban armas a vistas. Luego los hombres se retiraron a una casa cercana para juntarse a sus camaradas e involucraron a soldados y policÃas con lanzagranadas de propulsión a cohete.
También según el Times, que citó a funcionarios mexicanos, tres de las 10 personas arrestadas eran ciudadanos estadounidenses, uno de Tejas y dos de Detroit.
âLos agresores tiraron decenas de granadas y hubo mucha sangre en la calle. Algunos civiles sufrieron heridas graves y fueron llevados al hospitalâ, le dijo el periodista local Ely EnrÃquez a la Reuters.
En la guerra a las drogas de México, el noreste mexicano es el territorio natal del Cartel de Golfo, una de las organizaciones narcotraficantes más violentas de México que enriquecen con la prohibición y matan a la competencia, policÃas y soldados si bloquean su camino. El Cartel del Golfo es famoso en especÃfico por sus matones armados, los zetas, compuestos por ex soldados antidrogas mexicanos de elite.
El martes, los zetas contraatacaron a pocas decenas de kilómetros al norte del RÃo Bravo en Reynosa. Aquella noche, pistoleros atacaron a militares y patrulleros en el centro de la ciudad, matando a tres agentes en una granizada de disparos y granadas propulsadas. Como señaló un relato de la prensa local: âTestigos informaron ver varias explosiones cerca del sitio el martes por la noche, incluso una granada que detonó próximo a un camión en el aparcamiento de una iglesia. Manchas de sangre, blindajes personales chamuscados y cascos ensuciaban las calles que rodeaban el lugar del crimen.
El año pasado, un récord de 2.500 personas más o menos murieron en la guerra a las drogas de México. Este año, parece que vamos a tener más de lo mismo, aun cuando México, D.F. y Washington estén ocupados tramando un paquete de ayuda antidroga calculado en más de un billón de dólares.
Add new comment