En una serie de noticias publicadas esta semana, el grupo de abolición de la pena de muerte Que nadie toque a CaÃn informó tanto buenas como malas noticias cuando se trata de las drogas y de la pena de muerte. En dos paÃses que frecuentemente ejecutan a infractores de la legislación antidroga, pasó lo mismo de siempre, pero en otro, hubo una rara demostración de indulgencia.
En el Oriente Medio, Arabia Saudita informó ejecutar a dos hombres por âtraficar grandes cantidades de drogasâ el 20 de enero. Los dos, Abdul Rahman Rashid y Qashaan al-Sabiee, fueron decapitados por espadachines en la Provincia Oriental del reino. Un tercero, Mansur Jrad, ciudadano yemenita, fue ejecutado dos dÃas después en la Provincia de Jizán al sur por contrabandear una cantidad indeterminada de hachÃs. Arabia Saudita sigue una interpretación estricta de la sharia musulmana, que estipula la pena de muerte para asesinato, apostasÃa, estupro, asalto por la carretera, sabotaje y asalto a mano armada, asà como narcotráfico.
En el sureste asiático, Vietnam condenó a tres a muerte por tráfico de heroÃna el 25 de enero. El Tribunal de la Ciudad Ho Chi Minh fulminó las penas capitales contra Van Toan, 35; Nguyen Thanh Mai, 40; y Nguyen Thuy Ngoc Bang, 25, por sus roles en una cuadrilla que traficó cinco kilogramos de heroÃna. Otros dos recibieron cadena perpetua, en tanto que seis integrantes restantes de la banda recibieron sentencias de 13 a 20 años. Esto lleva a cerca de 50 el número de penas de muerte anunciadas para narcotraficantes en Vietnam desde fines de noviembre.
Si pasó lo mismo de siempre en Arabia Saudita y Vietnam, China se apartó de su práctica normal el 22 de enero para perdonar a dos mujeres ugandesas condenadas a muerte por narcotráfico. Las dos, Sarah Basiima y Bonita Nagai, estaban entre 15 ugandeses que aguardaban ejecución en China por delitos de tráfico, pero consta que fueron escatimadas a causa de problemas de salud y porque una estaba embarazada y la otra es madre de un bebe. Serán deportadas, de acuerdo con informes citados por Que nadie toque a CaÃn.
Las ejecuciones continuas de infractores de la legislación antidroga por todo el mundo han resultado en el surgimiento de una campaña internacional para terminar con la práctica. Lea más sobre eso aquÃ.
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