En otra señal más de que las contracorrientes zarandean el sector del cannabis de Holanda, un destacado banco holandés anunció que iba a cancelar las cuentas de personas que fueran dueñas de cafeterÃas. Se toma la providencia al paso que los conservadores holandeses, incluso integrantes de la coalición gobernante, hacen cada vez más bulla por la delincuencia en la oferta de cannabis a los cafés.
Un vocero del banco dijo que favorecer el comercio de marihuana y hachÃs ya no puede ser considerado responsable. Además de cancelar las cuentas existentes, ahora el banco va a someter a los nuevos clientes a un examen para asegurarse de que no están involucrados en el negocio del cannabis.
Conforme a la práctica holandesa hace tres décadas, la venta y el consumo de marihuana siguen siendo técnicamente ilegales, pero los toleran en la práctica a través del sistema de cafés autorizados. Pero el sistema holandés no estipula una fuente legal de oferta a las cafeterÃas, lo que, por consiguiente, abre una brecha para que grupos del crimen organizado se involucren.
La medida de Postbank provocó una respuesta nerviosa de la asociación comercial de las cafeterÃas, el Sindicato de los Minoristas de Cannabis. El grupo condenó al banco por lo que llamó una cruzada hipócrita y moralista. Los minoristas observaron que el banco no va a cancelar ni préstamos ni hipotecas hechos con la gente en el comercio porque eso podrÃa impactar su ingreso neto.
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