El Proyecto Metanfetamina de Montana, una campaña antimetanfetamina fundada en imágenes asustadoras de los peligros del consumo de metanfetamina, ha sido bastante divulgado como intervención exitosa de salud pública. Las imágenes que muestran las consecuencias extremas de consumir el popular estimulante âuna vez nomásâ han sido presentadas por sus defensores como instrumento de alta eficacia para cohibir el consumo de metanfetamina entre adolescentes y ello aun se ha granjeado fondos estatales y federales y ha sido adoptado por otros estados con base en esas afirmaciones.
De acuerdo con el estudio, era tres veces más probable que los adolescentes que habÃan sido expuestos a seis meses de los anuncios de contenido explÃcito dijeran que no creÃan que el consumo de metanfetamina era una conducta arriesgada y era cuatro veces más probable que aprobaran vehementemente el consumo de metanfetamina con regularidad. Mitad de los adolescentes dijo que los anuncios exageraban los peligros del consumo de metanfetamina.
El Proyecto Metanfetamina de Montana y sus defensores ignoraron dichos resultados poco halagüeños cuando presentaron los hallazgos a los medios y los legisladores, dijeron los investigadores. En cambio, la campaña retrató sus resultados de la manera más positiva posible.
Los investigadores también se burlaron de las afirmaciones que decÃan que el programa habÃa reducido el consumo de metanfetamina. âEl consumo de metanfetamina habÃa estado disminuyendo durante por lo menos seis años antes que empezara la campaña publicitaria, lo que indica que otros factores, no los anuncios de contenido explÃcito, causan reducciones en el consumo de metanfetamina. Otro problema es que el lanzamiento de la campaña publicitaria coincidió con las restricciones de la venta de remedios para el resfriado y la gripe que suelen ser utilizados en la producción de la metanfetamina. Esto quiere decir que el consumo de drogas podÃa estar cayendo debido a la disminución en la producción de la metanfetamina en vez de ser el resultado de la campaña publicitariaâ, dijo David Erceg-Hurn, autor de la revisión, en un comunicado de noticias de la Society for Prevention Research el jueves.
Erceg-Hurn también atacó los sustentáculos teóricos de la campaña. âLa idea detrás de la campaña publicitaria es la de que los adolescentes consumen metanfetamina porque creen que es socialmente aceptable, que no es arriesgado, y los anuncios están pensados para alterar estas percepcionesâ, dijo. âSin embargo, esta teorÃa tiene defectos porque los propios datos del Proyecto Metanfetamina muestran que el 98% de los adolescentes desaprobaba vehementemente el consumo de metanfetamina y el 97% creÃa que consumir metanfetamina era arriesgado antes que empezara la campañaâ, dijo Erceg-Hurn.
Gastar fondos del gobierno en campañas por el estilo de la del Proyecto Metanfetamina es un desperdicio de dinero, concluyó Erceg-Hurn. O en términos más diplomáticos: âCon base en las pruebas actuales, se desaconseja la continuación de la financiación pública y de la introducción de programas de campañas publicitarias antimetanfetamina de contenido explÃcitoâ.
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