Este año el número de muertos en la violencia relacionada con la prohibición en México ha sobrepasado los 5.000, más que el doble del número de muertos el año pasado, dijo Eduardo Medina Mora, procurador general mexicano, el lunes. Es probable que esa cifra aumente aún más, avisó.
Se puede comparar el número de muertos con el de zonas de guerra como Irak y Afganistán. De acuerdo con el observatorio independiente Iraq Body Count, unas 8.000 personas han sido muertas en la violencia que se cuece en Irak este año. En Afganistán, unas 4.000 personas han sido muertas en combate este año, siendo 273 efectivos de EE.UU. y de la OTAN, de acuerdo con la organización independiente de monitoreo Icasualties.org. Eso es poco más de la mitad del número de policÃas y soldados mexicanos muertos este año.
Medina Mora dijo que el número de vÃctimas fatales hasta el fin de noviembre era de 5.376, un incremento desconcertante de 117% con relación a los 2.477 muertos en 2007. La mayor parte de la matanza sucedió en los estados fronterizos de Baja California, Chihuahua y Sinaloa, la sede del Cartel de Sinaloa, pese a que la violencia se haya diseminado a través del paÃs, llegando aun a las puertas mexiquenses de altos comandantes de la policÃa, otro de los cuales fue asesinado a balazos esta semana.
âEstas organizaciones criminales no tienen lÃmitesâ, dijo Medina Mora. âSeguro que tienen un enorme poder de intimidaciónâ.
Y sigue la matanza. Por lo menos 18 personas fueron asesinadas en la violencia relacionada con la prohibición en el sur de México el domingo, incluso dos individuos cuyas cabezas fueron dejadas fuera de la residencia del gobernador de Guerrero en Chilpancingo. Diez narcos y un soldado fallecieron en un tiroteo al mismo dÃa en Arcelia, Guerrero.
Cuatro cadáveres más aparecieron el martes en Tijuana, que queda enfrente de San Diego, del otro lado de la frontera, justo dÃas después que la ciudad presenció 36 asesinatos en un perÃodo de 48 horas. Mientras tanto, 17 personas, incluso un alto investigador de la policÃa, fueron muertos dÃas antes en Ciudad Juárez, separada de El Paso por el RÃo Bravo del Norte.
A consecuencia de la escalada de la violencia en Tijuana, el jefe de policÃa Alberto Capella Ibarra fue despedido. El mes pasado Capella Ibarra le dijo al periódico británico The Observer: âEsta guerra va a proseguir con tanto que las drogas sean ilegales y comanden altos precios en Estados Unidos. Que se legalicen las drogas, entonces los estadounidenses pueden colocarse y nosotros podemos vivir en pazâ.
Pero los estadounidenses prefieren echar leña al fuego. La semana pasada, EE.UU. concedió $ 200 millones en ayuda antidroga a la policÃa y a los militares mexicanos, el primer tramo en un paquete de $ 1.4 mil millones a lo largo de tres años pensado para ayudar a los mexicanos a tomar medidas de fuerza contra los narcos.
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