Guardias de prisión van presos como traficantes de cocaÃna en Luisiana y Nueva Yérsey y dos policÃas de Carolina del Norte se confiesan culpables de auxiliar el tráfico de cocaÃna de la zona. Vamos a ello:
En Lake Charles, Luisiana, el lunes por la noche apresaron a una guardia de prisión tejana después que policÃas estaduales de Luisiana encontraron 544 gramos de cocaÃna en su vehÃculo durante un registro con un sabueso rastreador de drogas tras una batida de tráfico. LaQuatta Felder de Houston trabaja en la PenitenciarÃa de Darrington en Rosharon, Tejas, y viajaba con Joseph Harris, un ex prisionero de Darrington. Los dos fueron actuados en la Cárcel de la Parroquia de Jefferson Davis por tenencia con la intención de distribuir cocaÃna.
En Newark, Nueva Yérsey, el 24 de julio acusaron a un guardia de prisión veterano de Newark de ser el cabeza de una banda de tráfico de cocaÃna que compraba la droga en Tejas y Florida para revenderla en Nueva Yérsey. Eugene Braswell, 29, agente penitenciario sénior, trabajaba en la Prisión Estadual del Norte. Fue averiguado por primera vez el agosto último, cuando mató a balazos a un ex recluso de esa prisión fuera de su casa. La investigación resultó en dos arrestos a principios de este mes y luego Braswell y tres otros fueron presos la semana pasada. La policÃa descubrió $16,000 en efectivo y un revólver magnum .357 cuando registraron su casa. Se le acusa de ser el cabeza de una red de narcotráfico y demás cargos de delitos de drogas, blanqueo de capitales y asociación delictuosa. Se estipuló su fianza en $500,000.
En Charlotte, Carolina del Norte, dos ex policÃas de Charlotte-Mecklenburg han hecho un trato de confesión de culpabilidad con procuradores federales estadounidenses en el caso contra ellos por asociarse con un narcotraficante y un informante para vender piedra de cocaÃna. Los ex oficiales Gerald Holas Jr. y Jason Ross estuvieron de acuerdo con confesiones de culpabilidad a cambio de una recomendación de la procuradurÃa de que sean sentenciados a la sentencia mÃnima reglamentaria de 10 años por asociación vinculada con delitos de drogas. En cambio de la mÃnima recomendada, los dos deben hacer una âdivulgación total, exacta y completaâ a las autoridades federales sobre su implicación en la asociación. Si descubren que han mentido o si cometen algún crimen, se acaba el trato. Los dos cayeron después que un informante confidencial le dijo al FBI que un narcotraficante recibÃa protección de ellos. Afirmaron que estaban âtimandoâ al traficante para hacer más arrestos, pero los federales no se lo tragaron. Ahora los fiscales de la zona dicen que van a desestimar cualquier caso de delitos de drogas traÃdo por los dos. Pueden llegar a las centenas. El acuerdo de confesión debe ser aprobado por un juez federal el próximo semestre.
Add new comment