El 17 de julio, la Corte Suprema de Washington decidió que la policÃa no puede arrestar a los pasajeros simplemente por estar en un auto que huele a marihuana. El fallo unánime anuló un precedente de 29 años que permitÃa que la policÃa registrara o apresara a los pasajeros si oliera marihuana cerca de un auto.
El caso, Estado vs. Grande, empezó con una batida de tráfico de 2006 en la Comarca de Skagit. La conductora Lacee Hurley y el pasajero Jeremy Grande fueron arrestados por un policÃa estadual durante una batida de tráfico después que olfateó marihuana saliendo de su auto. El policÃa revistó a los dos, encontrando una pipa y una pequeña cantidad de marihuana en Grande. Los dos fueron acusados de delitos de drogas. En una vista anterior al juicio, el juez del caso Grande decidió que no habÃa causa probable especÃfica para su arresto y suprimió las pruebas. Pero el Tribunal Superior de la Comarca de Skagit anuló ese fallo, citando una decisión de un tribunal de apelaciones de 1979 que decÃa que el olor del humo de marihuana que salÃa de un auto era causa probable para arrestar a todos los ocupantes.Pero la Corte Suprema estadual dijo que la jurisprudencia federal desde 1979 habÃa desgastado la sustentación jurÃdica de esa decisión. Los policÃas necesitan más pruebas de que cada pasajero infringió la ley, sostuvo el tribunal.
âNuestros casos han protegido enérgica y correctamente la salvaguardia de la privacidad individual de nuestra constitución. Las garantÃas... no se desvanecen ni desaparecen dentro de los confines de un automóvilâ, escribió el ministro Charles Johnson por la corte.
âSostenemos que el olor de marihuana en el área general en que se ubica un individuo es insuficiente, sin nada más para substanciar la causa probable para arresto. Donde no exista ninguna otra prueba que vincule el pasajero con cualquier actividad criminal, la detención del pasajero por sospecha de tenencia de sustancias ilegales y cualquier registro ulterior son inválidos y constituyen invasiones inconstitucionales del derecho a la privacidad de ese individuoâ, concluyo el fallo.
La decisión logró elogios rápidos de reformadores de las polÃticas de drogas y libertarianos. âComo declaración general, es un retroceso en la dirección que nuestro gobierno ha estado tomando al paso que nos convertimos en una especie de sociedad de vigilanciaâ, le dijo Alison Holcomb de la sucursal de Washington de la Unión Estadounidense de las Libertades Civiles al Seattle Post-Intelligencer. âMe parece un alivio que el tribunal haya reafirmado los valores que pide nuestra constituciónâ.
Vivian McPeak, organizador del Festival del Cáñamo de Seattle, le dijo al periódico que no era raro que la gente fuera arrestada, encarcelada, estigmatizada y tuviera su propiedad confiscada simplemente por estar en un vehÃculo con alguien que portaba o fumaba marihuana. âMuchas personas han caÃdo por estos delitos vehicularesâ, dijo. âEstar en un auto solÃa ser una de esas situaciones en que se está en el lugar equivocado en el momento equivocadoâ.
David Zuckerman, abogado de Grande, aclamo la decisión, pero añadió que era âlastimableâ que demoró tanto tiempo para anular la jurisprudencia estadual anterior en arrestos por olor de drogas. âCreo que ha resultado en muchÃsimos inocentes siendo esposados al borde de la carretera simplemente porque por ventura estaban en un auto que huele a marihuanaâ, dijo Zuckerman.
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