Esta semana, la policÃa brasileña arrestó a 52 de sus propios oficiales por sospecha de envolvimiento con el narcotráfico en la ciudad de RÃo de Janeiro. Los policÃas, todos de la región de Duque de Caxias, en la Bajada Fluminense, son acusados de aceptar dinero de los capos del narcotráfico para avisarles de redadas inminentes.
Ellos responden por acusaciones que incluyen tráfico de armas y drogas, extorsión y asociación delictuosa por aceptar presuntamente entre $1,000 y $2,000 por semana para pasarles la voz a traficantes sobre futuros operativos de la policÃa en las abundantes favelas, donde los llamados âcomandos del tráficoâ compiten por el control con las fuerzas del estado brasileño.
Los comandos del tráfico y la policÃa brasileña han tomado parte en varias confrontaciones armadas en los últimos años, inclusive levantamientos liderados por comandos que resultaron en docenas de muertes y caos en las calles de RÃo.
La policÃa brasileña es acusada con frecuencia de corrupción y truculencia. En junio, 19 personas fueron muertas en allanamientos de la policÃa en una favela, ocasionando nuevas denuncias de exceso de fuerza y violaciones de los derechos humanos.
La redada en masa de policÃas corruptos es la segunda en 10 meses. El diciembre último, 75 policÃas cariocas fueron presos por acusaciones parecidas. Los arrestos de esta semana no serán los últimos.
âDesdichadamente, nosotros tenemos policÃas involucrados en la criminalidadâ, les dijo el secretario de Seguridad del estado de RÃo de Janeiro, José Beltrame, a los reporteros. âEste trabajo no se acabó y va a seguirâ.
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