Un observatorio ha criticado la PolicÃa de Nueva Orleáns (NOPD, sigla en inglés) por desperdiciar horas de trabajo y recursos arrestando a miles de transgresores del código de tráfico, usuarios de drogas y demás pequeños delincuentes mientras la ciudad se enfrenta a una onda de delitos de sangre. Los jefes de la NOPD defienden su enfoque.
En un informe lanzado a principios de este mes, la Comisión Metropolitana sobre la Criminalidad, un observatorio privado, descubrió que la policÃa hizo unos 29.000 arrestos durante la primera mitad de 2007, pero que mitad de ellos eran por transgresiones de tráfico o no pagar gravámenes municipales o multas de tráfico. Apenas 2% de las prisiones sucedieron por delitos de sangre. Ese porcentaje permaneció casi el mismo aun cuando los delitos de sangre sufrieron un alza de 17% entre el primero y el segundo trimestre del año.
La comisión señaló que, de los 15.000 arrestos por transgresiones del código de tráfico o multas no liquidadas, apenas 6.000 eran por infracciones que exigÃan la prisión del infractor. Los 9.000 arrestos de poca monta restantes podÃan y deberÃan haber sido tratados con notificaciones, permitiendo que los oficiales lidiaran con los delitos más graves, recomendó la comisión.
Mientras tanto, datos de la FiscalÃa de la Parroquia de Nueva Orleáns recopilados por la comisión muestran que los casos de delitos de drogas respondieron por 62% de todas las condenaciones criminales en el segundo trimestre, un alza de 55% con relación al primero. Esto pasa mientras que el número de condenaciones por delitos de sangre tuvo una caÃda de 17% en el segundo trimestre.
Dichas polÃticas están simplemente equivocadas, dijo la comisión. âPese a que no defendamos que la NOPD desconsidere su obligación de imponer las leyes municipales y de tráfico, la MCC recomenda respetuosamente que la NOPD se concentre en los delincuentes violentos y reincidentes en vez de perpetuar sus prácticas voluminosas de arrestoâ, manifestó la comisión en su informe, que fue presentado esta semana a comités en la legislatura estadual.
Pero el superintendente de la PolicÃa de Nueva Orleáns, Warren Riley, defendió su comisarÃa, advirtiendo que si parara de arrestar a los pequeños delincuentes, la ciudad caerÃa en la anarquÃa. âEs una receta para el caos. No es una receta para reducir la criminalidadâ, les dijo Riley a integrantes de los comités de la Cámara y del Senado sobre el Judiciario en la Corte Suprema de Luisiana.
Eddie Jordan, fiscal de la Parroquia de Orleáns, cuyo gabinete es responsable por procesar casos criminales, también rechazó las conclusiones del informe. Los arrestos de pequeños delincuentes estaban justificados con frecuencia a causa de sus largos antecedentes penales, dijo. Ignorando el rol de la prohibición en la creación de la violencia en los mercados de drogas, él defendió las prisiones por drogas diciendo que, a menudo, el narcotráfico estaba relacionado con la violencia.
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