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Terapia del Dolor: El Dr. Hurwitz Es Condenado por 16 Cargos en Nuevo Juicio

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El destacado especialista en dolor del norte de Virginia, el Dr. William Hurwitz, fue condenado el viernes pasado por 16 cargos de tráfico de drogas después que un jurado decidió por segunda vez que él había ultrapasado los límites de la práctica médica reconocida al prescribir grandes dosis de analgésicos opiáceos a los pacientes. La primera condenación de Hurwitz fue revocada bajo apelación y los simpatizantes esperaban que él fuera puesto en libertad tras su segundo juicio.

Pero el jurado compuesto por 12 miembros lo declaró culpable en los 16 cargos, inocente en otros 17 y la jueza Leonie Brinkema desestimó los 12 cargos restantes, diciendo que ella no quería que los jurados tuvieran que regresan y deliberar más. Brinkema había desestimado antes los cargos más graves contra Hurwitz – los de que su prescripción había causado la muerte de un paciente y había hecho mal a dos otros.

La desestimación de los cargos restantes, realizada por Brinkema, irritó al fiscal Arthur Rossi, que se comportó como un ganador resentido tras lograr acumular condenaciones suficientes contra Hurwitz para mandarlo a la prisión por siglos. Pese a que él pudiera ser condenado a tiempo cumplido, él también podía recibir 20 años de prisión por cada cargo. Él ha estado preso desde que fue declarado culpable por primera vez en noviembre de 2004.

Sin embargo, pese a que Hurwitz y su equipo de defensa no estuvieran en posición de declarar victoria, él está en una posición considerablemente mejor que después de su primera condenación. En su primer juicio, Hurwitz fue declarado culpable de 50 de los 62 cargos criminales, incluso causar la muerte de un paciente y hacer daño a otros dos. Él fue sentenciado a 25 años por el juez Leonard Wexler, cinco años más que la mínima obligatoria que él enfrentaba por la muerte del paciente. En el caso actual, el número de condenaciones contra él ha disminuido enormemente, los cargos de muerte y perjuicio contra los pacientes fueron desestimados y, aunque él pueda recibir 320 años de prisión en teoría, ninguno de los cargos implica en una sentencia mínima obligatoria.

Él también se puede salir mejor delante de la jueza Brinkema, que ha demostrado equidad desde la banca. Eso contrasta con el juez en su primer juicio, el irascible Leonard Wexler, cuyo desempeño durante el primer juicio de Hurwitz planteó cuestionamientos serios sobre su equidad y objetividad.

Aunque los fiscales retraten a Hurwitz como poco más que un narcotraficante, los pacientes del dolor y sus defensores lo veían como una figura brava y heroica que prescribía las drogas necesarias para los pacientes que no tenían adónde ir.

El caso “no trata de la práctica legal de la medicina... sino del narcotráfico ilegal de la medicación para los dolores”, dijo el fiscal federal, Chris Rosenberg. “Los narcotraficantes vienen en todas formas y tamaños. Lo que pasa es que éste usaba una bata blanca y era médico”.

Pero Richard Sauber, abogado de Hurwitz, dijo que los abogados defensores están “decepcionados con el veredicto. Creemos que el Dr. Hurwitz era, en primer lugar, un médico y no un narcotraficante”. Él añadió que Hurwitz “salvó varias vidas”.

El reportero del suplemento de ciencias del New York Times, John Tierney, que ha cubierto el juicio detalladamente en su bitácora TierneyLab, conversó con varios jurados después que el veredicto fue anunciado e informó que “ellos dijeron que el jurado consideraba que el Dr. William Hurwitz era un médico dedicado a tratar el dolor que no prescribió intencionalmente las drogas para que fueran revendidas o consumidas abusivamente. Ellos dijeron que él aparentaba no beneficiarse financieramente con el tráfico de drogas de sus pacientes y que él no era lo que ellos consideraban ser un narcotraficante convencional”.

Entonces, ¿por qué lo declararon culpable de distribuir “sabida e intencionalmente” drogas “fuera de los límites de la práctica médica” y tomar parte en el narcotráfico “como comprendido convencionalmente”?, preguntó Tierney. “Tras participar del juicio y conversar con los jurados, puedo sugestionar dos respuestas posibles: 1. Los jurados se quedaron confundidos con la ley; 2. La ley es burra (para citar al Sr. Bumble de ‘Oliver Twist’)”.

La ley puede ser burra, pero es suficiente para mandar al Dr. Hurwitz a la prisión por el resto de su vida. El veredicto es una victoria para los fiscales federales en su guerra contra lo que ellos ven como prescripción excesiva de analgésicos. Los pacientes del dolor de la Crónica probablemente no quedarán tan contentos como ellos.

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