El gobierno conservador del primer ministro canadiense, Stephen Harper, está listo para revelar lo que se espera ser un abordaje a las polÃticas de drogas a la estadounidense cualquiera de estos dÃas. Aunque la acción en el parlamento sea improbable hasta después del receso de verano venidero, las formaciones de batalla ya están siendo hechas en lo que promete ser una lucha amarga.
âHabrá más énfasis en la represión, con algún dinero más para el tratamientoâ, dijo Eugene Oscapella, director de la Canadian Drug Policy Foundation. âLa otra cosa es que quieren sentencias mÃnimas obligatorias para algunos delitos de drogas, especialmente los delitos graves de narcotráficoâ, le dijo él a la Crónica de la Guerra Contra las Drogas.
Un primer indicio de las polÃticas de drogas del gobierno Harper ocurrió en marzo, cuando los conservadores asignaron $70 millones a lo largo de dos años para la represión, el tratamiento y la prevención, pero no se hizo mención a los programas de reducción de daños. En Canadá, estos también incluyen los cambios de jeringas y la distribución de pipas esterilizadas de crack.
De la financiación adicional, los programas de tratamiento recibirán casi la mitad, la represión cerca de un tercio y el resto será invertido en un programa de prevención para la juventud por el estilo âbasta decir noâ. También se espera que la nueva estrategia sobre las drogas endose el uso de los juzgados de delitos de drogas, en que los infractores de la legislación antidroga puedan recibir órdenes de ir a programas de tratamiento en vez de la cárcel o la prisión.
El gobierno federal canadiense gasta actualmente cerca de $350 millones al año en labores antidrogas, la gran mayorÃa de los cuales es destinada a la ley, con montantes menores para el tratamiento y la prevención y una miseria para la reducción de daños. Las polÃticas de drogas canadienses son guiadas por una estrategia nacional de drogas de 20 años de edad que ha sido ampliamente criticada por carecer de dirección, blancos y resultados mensurables claros.
Lo que el gobierno Harper está proponiendo no es la respuesta, dice un número creciente de crÃticos. El Partido Liberal fue rápido en atacar la futura estrategia conservadora sobre las drogas.
âSe espera que el gobierno de Stephen Harper anuncie la próxima semana nuevas medidas que se hurtarán a las medidas de reducción de daños que ayudan a los canadienses, como el local de inyección segura en Vancouverâ, dijo la crÃtica liberal de la sanidad, Bonnie Brown, en un comunicado de prensa la semana pasada. âEllos están intentando hacer esto bajo la apariencia de tomar medidas enérgicas contra el narcotráfico ilÃcito y de prevención â aunque toda la investigación sugiera que una guerra contra las drogas motivada ideológicamente es ineficaz, en tanto que programas como el local de inyección segura están produciendo resultados positivosâ.
Una serie de informes â inclusive el Canadian Medical Association Journal y el BC Centre for Excellence in HIV/AIDS â han concluido que el local ha causado un efecto positivo sobre el Downtown Eastside de Vancouver y no ha aumentado ni los Ãndices de criminalidad ni de adicción ni ha amenazado la salud y la seguridad públicas.
âEn vez de concentrar sus esfuerzos donde más se los necesita â como financiar el local de inyección segura y otros programas vitales para una estrategia general de reducción de daños en Canadá -, este gobierno está poniendo su agenda derechista delante de las pruebas cientÃficas y a un tremendo costo para aquellos afectados por la adicciónâ, dijo Brown.
La acusación de Brown resuena junto a una serie de investigadores canadienses. âLa ciencia está allÃ. Lo que estamos presenciando aquà es interferencia polÃticaâ, dijo el Dr. Thomas Kerr del BC Centre for Excellence in HIV/AIDS, que ha encabezado varias investigaciones sobre el Insite. âCreo que es un dÃa triste para las polÃticas de drogas en Canadá dado que el gobierno conservador está defendiendo ahora un abordaje a las polÃticas de drogas a la estadounidense que ha demostrado fracasarâ, les dijo él a los reporteros en Vancouver la semana pasada.
Kerr no es el único que está reclamando. Varios investigadores importantes de todo Canadá han escrito una carta abierta al Ministerio de Sanidad de Canadá criticándolo por pedir nuevas investigaciones sobre el Insite a pesar de años de pesquisa mostrando resultados positivos. El pedido de propuestas del Ministerio de Sanidad de Canadá asegura que la investigación será superficial y financiada inadecuadamente, dijeron. También no estuvieron de acuerdo con una condición que decÃa que los investigadores no tenÃan permiso para conversar sobre sus hallazgos durante seis meses después que los informes fueran enviados.
âClaramente, lo que eso hace es amortiguar a la gente que podrÃa tener algo que decir hasta después que el telón haya bajado en esta obra de teatro polÃticoâ, dijo Benedikt Fischer, director del BC Centre for Addictions Research en la Universidad de Victoria, en una entrevista el viernes pasado. âEn conjunto, sentimos que esto se trata de una tentativa de instrumentalizar la ciencia de una manera bien vulgar para la polÃticaâ.
âA los conservadores no les gusta el Insiteâ, dijo Oscapella. âNo es una cuestión de ciencia, sino de ideologÃa y de actuar para el gallinero. Ellos han intentado falsear su propósito, lo que han logrado, y la posición de otros paÃses. Esto es un ejercicio de propaganda del gobierno para promover sus objetivos electorerosâ, dijo.
âPero los liberales tampoco son ángelesâ, señaló. âEllos tuvieron tres oportunidades de reformar las leyes sobre el cannabis y no lo hicieron. Les doy algún crédito por las regulaciones acerca de la marihuana medicinal, pero al mismo tiempo, ahora el proceso es increÃblemente engorroso. Ellos abandonaron la despenalización. En realidad, ellos respaldaron una guerra a las drogas severa, pero con una retórica más suaveâ.
âLos liberales son conocidos por oponerse desde la izquierda y por gobernar desde la derechaâ, dijo Dana Larsen, un candidato del Nuevo Partido Democrático (NDP, sigla en inglés) para un cargo en Vancouver Occidental y director de la ala antiprohibicionista del partido, la eNDProhibition. âAhora están en la oposición y dirán que la guerra a las drogas de Harper está mal. Pero ellos aprobaron nuestra ley actual sobre las drogas en 1996 a pesar de las deposiciones de casi todos de que era una ley mala y los arrestos por marihuana subieron todos los años en que los liberales estuvieron en el poderâ.
Pero aunque el NDP nacional apoye la reducción de daños y la legalización de la marihuana como parte de su plataforma, su liderazgo nacional no ha adoptado la cuestión, dijo Larsen. âEl partido es bueno en las polÃticas y la vocera del partido sobre las cuestiones de las drogas, Libby Davies, es estupenda, pero aún no hemos sido exitosos en hacer que el partido vuelva el término de la guerra a las drogas una prioridadâ.
Davies estaba fuera del paÃs por asuntos personales e indisponible para comentarios esta semana.
Canadá tendrá todo el verano para obsesionarse con las batallas venideras por las drogas y la criminalidad, pero, como el gobierno Harper es un gobierno minoritario, tendrá que contactar a los liberales, el NDP o el Bloc Quebecois para aprobar cualquier cosa. Ninguno de los partidos de la oposición parece apoyar un paquete âduro con las drogasâ como el previsto ahora por los conservadores.
âEllos no tienen los votos para aprobar esto por ellos mismosâ, dijo Oscapella. âEl temor es qué pasa si son reelegidos con una mayorÃa. Entonces, ellos podrÃan pisar a todosâ.
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