El cultivo de adormideras afganas establecerá un nuevo récord este año, dijo el embajador de los EE.UU. en Afganistán, William Wood, el martes. El cultivo está listo para exceder la cosecha plusmarquista del año pasado a pesar de las labores más intensivas para combatir el tráfico, reconoció.
De acuerdo con Wood, los datos preliminares muestran que los agricultores afganos cosecharon 457.000 acres de adormideras este año. Eso es más que los 407.000 acres plantados el año pasado. La adormidera es plantada en el otoño y cosechada en la primavera y principios del verano.
El año pasado, Afganistán respondió por 92% de la oferta global de adormideras. En 1997, el paÃs respondió por apenas 52% y por 70% en 2000, antes que el Talibán lo prohibiera en 2001. Gracias a las grandes cosechas de adormidera afgana, su oferta global alcanzó más de 6.000 toneladas el año pasado, un alza de enormes 43% sobre 2005. Habrá aún más este año.
Sólo la provincia sureña volátil de Helmand, donde los efectivos de los EE.UU. y de la OTAN toman parte en una guerra feroz de guerrillas con los insurgentes del Talibán, produjo cerca de 212.000 acres de adormideras, casi la mitad del total nacional.
Las labores de erradicación de la adormidera llevadas a cabo por el gobierno afgano lograron destruir aproximadamente 49.000 acres de adormideras o poco más de un décimo del cultivo total, dijo Wood. Ãl llamó los resultados de la labor de erradicación âdecepcionantesâ.
âCreo que, tanto nacional como internacionalmente, se reconoce cada vez más la importancia del tráfico de estupefacientes ilÃcitos y la amenaza que presentaâ, dijo, añadiendo que cree firmemente en la erradicación forzosa. âNecesitamos quitar el cultivo de drogas como opción, tanto porque amenaza la seguridad, el gobierno y la estabilidad en Afganistán como porque el producto del cultivo de drogas está cobrando vidas dentro y fuera de Afganistán a través de la adicción y demás actividades criminosasâ, dijo. âLas drogas, en razón de su valor, son como diamantesâ, prosiguió Woods. âSon pequeñas, tienen un alto valor, son de fácil transporte y nadie jamás ha encontrado una manera exitosa de impedir a la gente extraer diamantes del suelo e intentar venderlos. Si los diamantes están en el suelo, la gente va a recogerlos e intentar venderlos. Entonces, hay que erradicarlos del sueloâ, dijo Wood.
Buena suerte cuando traten de proponerlo a los agricultores, traficantes, pistoleros, insurgentes talibanes y funcionarios del gobierno afganos que intentan ganar el pan de cada dÃa con el mercado negro floreciente en adormidera bajo el régimen global de prohibición de las drogas.
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