pavos de Acción de Gracias, presidente Bush! |
Nosotros, los signatarios, le pedimos que salve su legado liberando a miles de infractores no violentos de la legislación antidroga de la prisión federal antes que deje el cargo. No tomar dicha medida lo condenará a pasar a la historia como hipócrita.
Diferentemente del presidente Clinton, usted no puede señalar antecedentes de misericordia con relación a las personas atrapadas en el sistema de justicia penal. Aunque los antecedentes totales de Clinton en la justicia penal no hayan sido indulgentes, él sà conmutó las sentencias de 63 personas, la mayorÃa de las cuales no era ni rica ni poderosa, inclusive las de 29 infractores no violentos de la legislación antidroga.
Por el otro lado, usted conmutó las sentencias de apenas tres personas antes de ayudar a Scooter Libby, una a cada dos años. Usted ha perdonado cuatro veces más pavos de Acción de Gracias que personas reducidas a prisión.
Peor aún, en 2003, su fiscal general, John Ashcroft, expidió normas que exigÃan que los fiscales federales siempre buscaran la máxima cantidad posible de tiempo de prisión para los reos, salvo los permisos para excepciones limitadas.
Indubitablemente, la medida que hemos pedido será polémica, pero usted tendrá defensores de todo el espectro polÃtico. Los defensores asistirán su personal en encontrar casos adecuados - reabrir casos que usted rechazó anteriormente darÃa al proyecto un buen inicio. Sin lugar a dudas, las peticiones de clemencia empezarán a llegar asà que usted divulgue la noticia. Usted puede responder a los crÃticos diciendo que necesitamos reasignar nuestros recursos a la seguridad nacional. Y eso será coherente con la simpatÃa que usted ha expresado en el pasado, con base en sus experiencias personales, por gente que ha luchado contra el abuso quÃmico.
En el paÃs que es el principal carcelero del mundo, que prende un porcentaje mucho más grande de su población que cualquier otro paÃs y todavÃa se llama âla tierra de los libresâ, el presidente que ayuda a revertir ese cuadro será reconocido por ello al final. De hecho, las leyes âduras con la criminalidadâ que nos han traÃdo a esta situación fueron promulgadas principalmente por razones polÃticas. Por favor, perdone o conmute las sentencias de miles de infractores no violentos de la legislación antidroga; por favor, rescinda la directriz susodicha de Ashcroft; renuncie a su apoyo a la guerra a las drogas (por lo menos en su forma actual); y pÃdale al Congreso que revoque las sentencias mÃnimas obligatorias y autorice una revisión total de la mayor parte de las normas federales de condenación.
Usted tiene un año y medio para probar que hay justicia para todos â no sólo para sus amigos. ¿Usted está a la altura? La historia está viendo.
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