El lunes, el alcalde de Moscú, Yury Luzhkov, pidió que los narcotraficantes fueran âdestruidosâ durante un discurso a los oficiales de la ley y a los funcionarios municipales en la sede moscovita del Servicio Federal de Control de las Drogas, de acuerdo con un relato en el Moscow Times. Luzhkov sugirió que Rusia implementara leyes sobre las drogas como las de Singapur, donde los narcotraficantes pueden ser ejecutados.
"En Singapur, no hay drogadicciónâ, dijo. âVamos a hacer lo mismoâ. Luzhkov observó con melancolÃa que âactualmente, un gobierno democrático no aceptaâ polÃticas de drogas durÃsimas como las de Singapur, pero añadió que Rusia deberÃa âaceptar algo próximo a ellasâ.Pero Rusia ha tomado otra dirección en los últimos años. Desde 2004, cuando una nueva ley despenalizó la simple tenencia de drogas, las polÃticas de drogas oficiales han sido perseguir a los traficantes y vendedores, pero no a los usuarios. Aparentemente, el aumento de las penas para narcotraficantes según la ley de 2004 no es suficiente para Luzhkov y la despenalización de la tenencia de drogas obstruye el camino de los agentes rusos. El Servicio Federal de Control de las Drogas ha luchado amargamente para reinstaurar las penas contra los pequeños tenedores, primero intentando subvertir la intención de la nueva ley al definir las cantidades de uso personal en niveles ridÃculamente bajos, como 0,01 gramo de heroÃna. En cambio, la cantidad de consumo personal fue establecida en un gramo, pero en una pequeña victoria para los guerreros antidrogas, aquello fue reducido a medio gramo el año pasado.
El consumo de drogas ha estado basado en el alza en Rusia y otras repúblicas de la ex Unión Soviética desde su disolución. El paÃs registra diversos cientos de miles de âdrogadictosâ todos los años, con el número real probablemente siendo mucho más grande. Estimados 70.000 rusos mueren de sobredosis de drogas todos los años y el consumo de drogas inyectables está involucrado en gran parte de los cientos de miles de casos de SIDA del paÃs.
Aunque funcionarios como el alcalde Luzhkov vean sólo más represión como respuesta, organizaciones no gubernamentales como la New Drug Policy buscan contrabalancear a los extremistas haciendo presión por polÃticas razonables de reducción de daños. âConsumir una droga no es una infracción criminalâ, dijo Lev Levinson del grupo en respuesta a los comentarios del alcalde. âEs punible apenas por una multaâ. El alcalde, dijo Levinson, habÃa estado echando un vistazo envidioso a las polÃticas severas de Singapur durante por lo menos una década.
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