Con el cultivo de adormideras de Afganistán alcanzando niveles récordes el año pasado y aparentemente destinado repetir el desempeño este año, legisladores y funcionarios en ambos lados del Atlántico están buscando soluciones innovadoras. O, por lo menos algunos de ellos están. Aparentemente privados de nuevas ideas, la lÃnea oficial del gobierno de los EE.UU. es la de que la solución es erradicar lo máximo posible del cultivo con herbicidas, como anunció el secretario antidroga John Walters en Kabul hace dos semanas.
Pero, aunque el gobierno estadounidense y un gobierno afgano de mala gana estén adoptando las tácticas padrones de la guerra a las drogas, la situación en Afganistán ha creado el espacio polÃtico para la ponderación de otras soluciones. Algunas, como las propuestas de desarrollo alternativo, son casi una respuesta tan usada como la de la erradicación, en tanto que otras, incluso varios esquemas para legitimar el cultivo de adormideras, representan una ruptura con el consenso prohibicionista global.
Desarrollo alternativo â la sustitución de las adormideras por otros cultivos lucrativos y la creación de nuevas actividades económicas â es la solución predilecta de una serie de académicos y de organizaciones no gubernamentales, bien como de la comunidad internacional representada por las Naciones Unidas y el Banco Mundial. En un informe altamente detallado sobre la economÃa del opio afgano lanzado a fines de noviembre, el Banco Mundial pidió una estrategia antinarcóticos âvivaâ que cuente tanto con el desarrollo alternativo como con la acción de represión legal contra el tráfico, pero aun mientras lo hacÃa, subrayaba que el desarrollo alternativo serÃa una solución de largo plazo â no de corto plazo.
âUna estrategia antinarcóticos âvivaâ será esencial para la eficacia y el sustento de la lucha contra las drogasâ, observó el informe. âLa diversidad, flexibilidad y carácter dinámico de la industria de las drogas han sido ampliamente demostrados recientemente. Se debe reconocer que los esfuerzos antinarcóticos â sean acciones represivas, sea el desarrollo de sustentos alternativos â inevitablemente no pueden ser tan listos ni tan rápidos como las actividades contra las cuales se dirigen e inevitablemente toman tiempo, medido en décadas en vez de años en caso de programas de sustentos alternativosâ.
Pero, faltan pruebas de que una estrategia antinarcóticos âvivaâ esté siendo implementada. Como observó el académico sobre Afganistán, Barnett Rubin, en un artÃculo reciente en Foreign Affairs, el gobierno de los EE.UU. no consolidó las ganancias que tuvo con una pequeña reducción en el área cultivada en 2005. âPese a que la disminución fuera debida casi totalmente a la persuasión polÃtica de los agricultores por el gobierno, los Estados Unidos no entregaron los sustentos alternativos que los agricultores esperaban y siguieron presionando el gobierno afgano a tomar parte en el sustento de los cultivadores de adormiderasâ.
El problema del apoyo al desarrollo alternativo no está limitado a las comunidades aisladas que cultivan la adormidera, notó Barnett. âComo numerosos estudios han documentado durante todos estos años, Afganistán no ha recibido los recursos necesarios para estabilizarlo. Los comandantes militares internacionales, que confrontan los resultados de esta pobreza todos los dÃas, estiman que Washington debe doblar los recursos que dedica a Afganistán. Carencias de suma importancia incluyen la aceleración de la construcción de carreteras, la compra de diesel para la producción inmediata de energÃa eléctrica, la expansión de compras de electricidad entre las fronteras, la inversión en proyectos hidráulicos para mejorar la productividad de la agricultura, el desarrollo de la infraestructura para la exploración mineral y un programa enorme de construcciones para los sectores público y privadoâ.
Y ese es el callejón sin salida de eliminar la adormidera a través del desarrollo alternativo. Aunque la falta de carreteras, de energÃa eléctrica y de otra infraestructura para el desarrollo dificulte el despliegue, ni hablar del desarrollo alternativo sostenible, la economÃa del opio, con su hostilidad hacia la interferencia del gobierno central y del Occidente y su alianza de facto con los insurgentes y los matones mercenarios, vuelve la creación de dicha infraestructura crucial del desarrollo casi imposible. En verdad, en vista de un Talibán revitalizado, algunas de las organizaciones no gubernamentales que trabajan con el desarrollo alternativo han salido de las regiones que cultivan la adormidera.
Rubin es un duro crÃtico de las polÃticas antinarcóticos estadounidenses en Afganistán, observando que los EE.UU. ignoraron a principio el tráfico de los caudillos que querÃan como aliados, entonces, mientras el alboroto sobre el aumento de la producción de adormideras quedaba más ruidoso, pidió la erradicación del cultivo. âPara los afganosâ, escribió él, âesta polÃtica se ha parecido a una manera de recompensar a los ricos narcotraficantes en tanto que se castigan a los agricultores pobresâ.
Tras observar que el régimen actual de la prohibición global no reduce el consumo de drogas, sino rinde enormes lucros a los criminales, insurrectos armados y funcionarios corruptos del gobierno, Rubin recomienda tratar el problema de la adormidera como cuestión de seguridad y desarrollo. Pero, entonces, regresamos al callejón sin salida. Pero, él hace ciertas recomendaciones concretas: âEl desarrollo rural tanto en las áreas que cultivan la adormidera como en las que no la cultivan, incluso la construcción de carreteras y de instalaciones con refrigeración para volver los demás productos vendibles; la creación de empleos a través del desarrollo de nuevos segmentos rurales; y la reforma del Ministerio del Interior y de los demás cuerpos gubernamentales para desenraizar datos importantes involucrados con los narcóticos, pese a las relaciones polÃticas o familiaresâ.
Pero, la expansión continua de la economÃa de la adormidera afgana, combinada con el resurgimiento del Talibán y de sus aliados de la Al Qaeda y la necesidad de que efectivos de los EE.UU. y de la OTAN combatan y mueran intentando detenerlos, han llevado a pedidos crecientes de un abordaje que transciende tanto la represión como el desarrollo alternativo. Recientemente, en los últimos dÃas, un congresista estadounidense y un parlamentario británico han pedido separadamente el desvÃo de la adormidera hacia el mercado medicinal legÃtimo de analgésicos opiáceos.
El instituto de consultorÃa europeo en polÃticas de drogas y defensa, el Consejo Senlis, fue el primero a dar su apoyo a la noción, revelando una propuesta abarcadora para hacerlo. Pero, esa propuesta ha logrado poca tracción hasta ahora, granjeando el apoyo de sólo un puñado de polÃticos occidentales. Pero los temores crecientes en el Occidente de que tentativas de erradicar el cultivo lleven al aumento de la inestabilidad polÃtica y a la violencia al volver a los agricultores afganos hacia los brazos del Talibán parecen estar conduciendo a una nueva receptividad a la noción -- o a algo similar.
Aquà en los EE.UU., el Dip. Russ Carnahan (D-MO) dijo la semana pasada que usarÃa su escaño recién adquirido en el Comité de Relaciones Internacionales en la Cámara para plantear la cuestión este mes. âNo se puede simplemente cortar las adormideras porque ellas son el sustento de la gente que vive allÃâ, dijo Carnahan. âPero darles mercados alternativos legales para la medicación analgésica es una manera de ayudar a disminuir esa oferta de heroÃnaâ.
Carnahan citó las experiencias exitosas de TurquÃa y de India a principios de los años 1970, cuando los funcionarios estadounidenses estaban preocupados con una oleada creciente de heroÃna extraÃda de los cultivos de adormideras de esos dos paÃses. Los funcionarios en el gobierno Nixon redactaron un tratado que desbarató la amenaza al permitir a TurquÃa e India que vendieran sus cultivos para hacer analgésicos como parte de sus economÃas legÃtimas. Carnahan también está explorando la idea de usar adormideras alteradas y sin morfina que contengan tebaÃna, las cuales pueden ser transformadas en una serie de compuestos terapéuticos, incluso la oxicodona, oximorfón, naltrexona y buprenorfina. Las adormideras alteradas que producen la tebaÃna son la variedad que es usada en Australia, donde son cultivadas bajo autorización para el mercado medicinal.
âLa idea de crear un mercado para la adormidera libre de morfina vale mucho la pena y necesita ser ponderada cuidadosamenteâ, dijo Toni Kutchan, bioquÃmica en el Centro de Ciencias de la Planta Donald Danforth en San Luis. âEllo no deberÃa ser puesto fuera de discusión por una reacción refleja en su contraâ.
âSeguramente a mà me gustarÃa ver un estudio sobre su factibilidadâ, dijo James Dobbins, director del Centro de Seguridad Internacional y PolÃticas de Defensa en la Corporación RAND. âYo sà creo que el esfuerzo estadounidense e internacional actual es, a lo mejor, una especie de paliativo que no puede causar más que un impacto marginalâ.
âYo creo que el gobierno deberÃa pensar seriamente en intentar implementar ese tipo de programaâ, dijo el Dr. Charles Schuster, ex director del Instituto Nacional de Abuso QuÃmico. Las polÃticas estadounidenses actuales ânunca van a ser la solución para estoâ, añadió.
Pero, el antiguo funcionario del Departamento de Estado que dirige los esfuerzos de los EE.UU. para combatir el tráfico de drogas afgano se burló. Tom Schweich dijo que la idea no era ânada realistaâ. En cambio, aconsejó más de lo mismo. âEn verdad hay que mantenerla ilegal y erradicarlaâ, dijo Schweich.
Mientras tanto, un parlamentario británico estaba pidiendo la semana pasada que el gobierno británico comprara la adormideras afganas y las usara alrededor del mundo para el alivio del dolor. El Parlamentario de South West Beds, Andrew Selous, le preguntó a la Cámara de los Comunes ¿por qué no? â¿Por qué, visto que la heroÃna puede tener usos medicinales legÃtimos, no podemos comprar la heroÃna afgana y usarla alrededor del mundo para el alivio del dolor? Eso la impedirÃa de inundar este paÃs ilegalmente. Necesitamos pensar seriamente en esa cuestiónâ.
Selous citó los asesinatos de cinco prostitutas adictas en Ipswich el mes pasado. âLeà las biografÃas de las mujeres que fueron tan brutal y horriblemente asesinadas y no puedo haber sido el único a quedarme consternado con el hecho de que todas eran adictas a la heroÃnaâ, dijo. âÃse es un problema que afecta a todos nuestros constituyentes â no hay ningún parlamentario que no tenga un problema con la heroÃna en sus bases. Como sabemos que 90% de la heroÃna en el Reino Unido vienen de Afganistán y que tenemos una enorme presencia militar allá, es extraordinario que no podamos hacer más para detener la adormidera que termina aquÃâ.
Aunque el gobierno Bush esté haciendo presión por medidas más duras y erradicación quÃmica de los cultivos y la ONU, el Banco Mundial y algunos académicos estén defendiendo estrategias intensificadas de desarrollo y construcción del estado como adjunto o alternativa, el coro de crÃticos que buscan una manera mejor de arreglar las cosas está creciendo.
Add new comment