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Suroeste asiático: Ministerio de Relaciones Exteriores dice que las políticas de drogas estadounidenses sobre Afganistán cambiarán, pero no mucho

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La semana pasada, en una reunión con “un grupo selecto de analistas de Washington”, Thomas Schweich, vicedirector en funciones de la Agencia de Asuntos Internacionales en Estupefacientes y Represión Legal, reconoció que las labores estadounidenses para destruir el sector de la adormidera afgana habían logrado solamente “resultados confusos” y dijo que el gobierno Bush ajustaría sus políticas para ser más eficiente. Pero los comentarios de Schweich daban a entender que cualesquier cambios sucederían en las márgenes.

el editor de la Crónica, Phil Smith, entrevistó a cultivadores de adormideras afganos en las afueras de Jalalabad en el otoño de 2005
El año pasado, Afganistán produjo más de 90% de la adormidera del mundo y aumentó la producción en 49% para más de 6.700 toneladas métricas. Se espera que el cultivo de este año sea aún más grande. Se cree mucho que los lucros del tráfico de opio financian la insurgencia del Talibán y también enriquecen a caudillos, gobernadores y funcionarios del gobierno. Pero el cultivo también es un sustentáculo de la economía nacional y sustento para cientos de miles de labradores de Afganistán que luchan para alimentar a sus familias.

En comentarios reproducidos por EurasiaNet, un servicio de noticias e información de Asia Central y del Cáucaso dirigido por el Open Society Institute, Schweich dijo que serían necesarios por lo menos cinco años para “controlar” la producción de adormideras afganas, pero que eliminarla completamente sería “imposible”. Cultivos alternativos para los agricultores de la adormidera no han sido encontrados y las propuestas de legalización de la producción para el mercado medicinal eran “impracticables”, dijo.

La erradicación ha sido una decepción, dijo Schweich, una admisión nada sorpresiva dados los grandes incrementos anuales en el cultivo de la adormidera recientemente. Schweich criticó implícitamente el gobierno afgano por su éxito limitado en la erradicación, diciendo que las técnicas de erradicación manual y mecánica pueden eliminar 10% del cultivo a lo mejor, en tanto que Washington quiere que ese dato suba para 25%. Washington tiene ganas de valerse de la erradicación aérea contra la adormidera, pero el gobierno Karzai ha objetado hasta el momento.

Con todo, dijo, el plan antidroga afgano de cinco tópicos de la administración estaba fundamentalmente correcto:

  1. hacer una campaña eficiente de información pública;

  2. proporcionar alternativas y oportunidades legales a los cultivadores de la adormidera para que ganen su pan;
  3. incrementar el poder de las fuerzas de seguridad afganas de procesar a los capos del narcotráfico a través de la prisión o de la extradición;
  4. erradicar los cultivos de adormideras; y
  5. prohibir el flujo de estupefacientes dentro y allende Afganistán.

El programa invierte mucho en la represión legal y en la erradicación, un abordaje que ha producido resultados exiguos hasta el presente momento. Visto que Schweich ya ha admitido que no hay buenos cultivos alternativos, parece que las políticas estadounidenses para la adormidera en Afganistán seguirán dependiendo de la propaganda, algunos palos y poquísimas zanahorias.

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