Salvia Divinorum: Municipio de Vermont Se Mete en Pelea por Prohibición de Ventas

La semana pasada, la Crónica de la Guerra Contra las Drogas informó sobre una escalada de la campaña para penalizar la salvia divinorum, el miembro alucinógeno mexicano de acción rápida y de corta duración perteneciente a la familia de la menta cuyo uso se ha filtrado en la conciencia popular entre los psiconautas norteamericanos en la última década. El reportaje abrió con el municipio de Middlebury, Vermont, que declaró una emergencia de salud pública para impedir a un tabaquero local de vender la hierba potente.

Ahora, el dueño de la tienda está devolviendo el golpe. El día en que nuestro reportaje fue publicado, James Stone, propietario de Emporium Tobacco and Gift Shop, anunció que iba a recurrir de la orden y ha contratado a un abogado para combatirla. “Si me hubieran consultado primero, yo habría cooperado con ellos”, dijo Stone.

Pero no fue eso lo que sucedió. El consejo municipal tomó providencias sobre el asunto sin notificar a Stone, que sólo supo de la prohibición cuando un reportero lo llamó al día siguiente. El consejo actuó después que el jefe de policía Tom Hanley informó que la guardia escolar del municipio había tenido ciencia de que adolescentes estaban consumiendo la salvia. Aunque Hanley no lograra nombrar ningún caso en que alguien hubiera sufrido cualesquier efectos adversos por ingerir la droga, él instó al consejo a no arriesgarse. “Es una tragedia anunciada”, dijo.

Hanley también hizo la rara afirmación de que los efectos alucinógenos de la salvia, que duran menos de 20 minutos, pueden ser extendidos durante varias horas si el usuario está tomando alcohol. “No se puede tener hijos con cerebros en formación introduciendo esta cosa en sus cuerpos”, advirtió Hanley. “Los efectos son distintos para individuos distintos y simplemente no se sabe lo qué va a pasar”.

Pero la prohibición de Middlebury no es sólo contra las ventas a menores. Es una prohibición total.

La salvia ha sido una “sustancia preocupante” para la DEA durante diversos años, pero sigue siendo legal según la ley federal. Cinco estados y un puñado de municipalidades la han penalizado y esfuerzos similares están en marcha en siete otros estados este año. Pero Middlebury muestra toda su singularidad al tomar la ruta de la emergencia de salud pública.

Eso está causando preocupación entre los libertarianos. “Parece muy arbitrario y muy vago y muy subjetivo”, dijo Allen Gilbert, director ejecutivo de la sucursal de Vermont de la Unión Estadounidense de las Libertades Civiles. “¿Cómo una persona toma la determinación de que algo es un peligro?”, dijo Gilbert.