La Crónica de la Guerra Contra las Drogas informó en Junio sobre âlos puntos de sobriedad y represión en el tránsitoâ hechos para atrapar a las personas que comparecieron al Festival de Música de Wakarusa en las afueras de Lawrence, Kansas. Poco sabÃamos nosotros que eso fue lo mÃnimo que la ley hizo. Ahora, parece que los oficiales de la ley estadual y municipal hicieron un trabajo en equipo con una empresa de vigilancia y seguridad con tecnologÃa de punta de California para poner al festival y sus 50.000 participantes bajo vigilancia constante en vÃdeo de alta resolución.
En lo que fue esencialmente una estrategia de marketing auspiciada por el estado de la NS Microwave, Inc., la fabricante de la tecnologÃa, los miembros del FBI, la DEA, la Agencia de Investigación de Kansas, la PolicÃa de Lawrence y el Gabinete del Sherif de la Comarca de Douglas comparecieron todos al festival para ver el equipo de $250.000 aumentar la imagen de las compras de drogas, de la confección de pitillos y de actividades similarmente Ãntimas. (La NS Microwave, una subsidiaria del licitante de defensa, el Allied Defense Group, se jactó de este golpe en un comunicado de prensa agresivamente descortés que indudablemente reveló el secreto.)
El montaje incluyó cámaras escondidas, aparatos de visión nocturna y un remolque de comando de más de 6 metros establecido en el medio del festival y disfrazado como remolque de una emisora de radio. De acuerdo con un artÃculo alabador en la publicación comercial Government Security News, âCuando los oficiales de la ley vieron los monitores de vigilancia en el remolque de comando, se sorprendieron al descubrir que el sistema de la NS Microwave estuviera mostrando detalles nunca esperados. En las pantallas, los aparatos exhibÃan una gama enorme de actividades ilegales, incluso mucho narcotráfico, uso de vehÃculos para almacenar los narcóticos de los traficantes y transacciones entre traficantes y mulasâ.
âFue una gran sorpresaâ, le dijo el Ten. Doug Woods, comandante de la patrulla del Gabinete del Sherif de la Comarca de Douglas, al News. âTuvimos resultados muy buenosâ.
De acuerdo con los informes de la policÃa y la prensa, unos 140 arrestos relacionados con las drogas fueron realizados. Pero, no está claro cuántos ocurrieron como resultado de la vigilancia escondida. De acuerdo con Woods, 15 oficiales patrullaron durante el turno vespertino y 20 en el nocturno, con 50 a mano para el clÃmax de la noche de sábado del festival.
El aparato judiciario-legal de Kansas jamás le contó a alguien sobre la vigilancia secreta con tecnologÃa de punta y el espionaje no habrÃa sido percibido sin la publicación del comunicado de prensa de la NS y el artÃculo positivo de la Government Security News, pero después que eso pasó, el Lawrence Journal-World informó el reportaje localmente y la reacción adversa empezó a aparecer. El Journal-World citó a frecuentadores que decÃan que las cámaras escondidas eran âuna vergüenza y medio embarazosasâ. La asistente Ali Mangan le dijo al periódico local, âSiento que fue realmente un gran error porque las personas en el festival estaban intentando pasarla bien y relajarse. EstarÃa dispuesta a apostar que la mayorÃa de las personas no aceptarÃa eso si hubiera sabidoâ.
Por vuelta de esta semana, el periódico de la Universidad de Kansas, el Daily Kansan, estaba denunciando el espionaje en su página editorial. En un editorial intitulado francamente âCámaras Secretas Infringieron la Privacidadâ ["Secret Cameras Violated Privacyâ], el periódico castigó al aparato judiciario-legal municipal y estadual. âLas ganancias económicas les ganaron a la privacidad en el festival. Si el aparato judiciario-legal hubiera publicado carteles que declararan la presencia de vigilancia electrónica, el tráfico de drogas podrÃa haber disminuido desde el principioâ, notó el periódico. âEn vez de eso, el dinero sospechoso de venir de las drogas que fue confiscado y las multas colectadas serán añadidas a los cofres de la ciudad, que aún no ha dicho lo que va a hacer con el dineroâ.
âLo que es más perturbadorâ, prosiguió el editorial, âes que la ley probablemente nunca habrÃa revelado su esquema secreto de facturación si el artÃculo de la GSN no hubiera aparecido. ¿El aparato legal municipal ha instalado secretamente cámaras en otros lugares públicos? Quizá no lo sabremos hasta que otro artÃculo sea publicado en un oscuro periódico comercialâ.
El martes, el organizador del festival Wakarusa, Brent Mosiman, dio su opinión en la página web de Wakarusa con un pedido de disculpas a los asistentes y una crÃtica de la ley. âNo podemos ni decirles cómo lo sentimos que estos problemas [de espionaje] hayan ocurrido en el Wakarusa de este año y, sinceramente, les pedimos disculpas a todos por cualquier infracción de sus derechos y de su privacidad. Para darles algunos antecedentes, fuimos informados que habrÃa un aumento en la presencia de la ley en el evento de este año. Inicialmente, lo apoyamos cuando fue presentado como esfuerzo para aumentar la seguridad de todos en la platea. Con todo, se hizo aparente que la represión, no la seguridad y la protección, era la verdadera misión del incremento en la imposición de la ley. Debemos dejar perfectamente claro que no sabÃamos de ninguna de las medidas, tácticas o instrumentos especÃficos que las varias agencias de la ley usaron en el evento. Lo más importante es que Wakarusa no cree que dichas tácticas y aparatos fueran necesarios y no apoya su uso. Si no hay garantÃas considerables de que procedimientos similares no se materializarán en el futuro, no vamos a hacer otro Festival Wakarusa de Música y Campamentoâ, escribió Mosiman.
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