El FBI lanzó su Informe Uniforme Sobre la Criminalidad el lunes y mostraba que a pesar de casi dos décadas de esfuerzos de reforma de las polÃticas de drogas, la guerra a las drogas sigue irreducible, por lo menos cuando medida por las detenciones. De acuerdo con el informe, el total de arrestos por drogas atingió un récord de 1,8 millón el año pasado, respondiendo por 13,1% de todas las detenciones en el paÃs. Los arrestos por marihuana totalizaron 786.545, otra alza histórica.
Las personas arrestadas por tráfico, fabricación o cultivo de drogas respondÃan por apenas 18% de todas las detenciones por drogas, lo que significa que aproximadamente 1,5 millón de personas estuvo a la merced del sistema de justicia criminal meramente porque tuvieron la sustancia equivocada. Cuando se trata de los arrestos por marihuana, apenas 12% fueron por venta o cultivo, lo que quiere decir que unas 696.000 personas fueron presas por tenencia de marihuana.
Las detenciones por marihuana fueron 42,6% de todos los arrestos por drogas, lo que sugiere que si la hierba fuera legal, la guerra a las drogas se reducirÃa a casi la mitad. La heroÃna y la cocaÃna respondieron por otros 30,2% de los arrestos por drogas, en tanto que las drogas sintéticas y âotras drogas no-narcóticas peligrosasâ respondieron por 27,2%.
Los arrestos por marihuana han más que doblado desde 1993, cuando estuvieron en 380.000. Por vuelta del comienzo del gobierno Bush en 2001, el número era 723.000. El dato cayó para 697.000 en 2002, pero ha aumentado a cada año desde entonces.
âEstos números desmienten la falacia de que la policÃa no objetiva ni arresta a los pequeños infractores por marihuanaâ, dijo el director ejecutivo de la National Organization for the Reform of Marijuana Laws (NORML), Allen St. Pierre, que observó que en los Ãndices actuales, un fumador de marihuana es arrestado a cada 40 segundos en los Estados Unidos. âEste esfuerzo es un tremendo desperdicio de recursos de la justicia criminal que desvÃa al personal legal de concentrarse en la criminalidad seria y violenta, incluso la guerra contra el terrorismoâ, debatió.
âUn arresto por marihuana a cada 40 segundosâ, suspiró Tom Angell, director de comunicación del Students for Sensible Drug Policy (SSDP).âYo creo que los números muestran que la mayorÃa de las personas arrestadas por tenencia de marihuana es joven, y presumiblemente muchas de ellas son estudiantes. Cuanto más los jóvenes sean arrestados por delitos de marihuana, tanto más son condenados y pierden su auxilio financieroâ, le dijo él a la Crónica de la Guerra Contra las Drogas. âLas consecuencias de un arresto por delito de drogas no terminan con las esposas y las celdas de la cárcel; es importante recordar eso cuando salen estos datos todos los años. Aun si las personas no están siendo enviadas a la cárcel por largos perÃodos, aún sufren mucho al perder el acceso a los beneficios públicos y tener antecedentes criminales que los cazarán por el resto de sus vidasâ.
âÃste es un rompecabezas interesanteâ, dijo Bruce Mirken, director de comunicación del Marijuana Policy Project. âSiempre escuchamos que la policÃa no está haciendo de la marihuana una prioridad, pero los números siguen subiendo. Se podrÃa empezar a pensar que algunos de esos agentes de la ley que hacen esas afirmaciones pueden no estar diciendo la verdadâ, le dijo él a la Crónica.
âArrestar innecesariamente a centenas de millares de estadounidenses que fuman marihuana responsablemente destruye las vidas de ciudadanos obedientes a la leyâ, dijo St. Pierre, añadiendo que más de 8 millones de estadounidenses han sido arrestados por acusaciones de delitos de marihuana en la última década. Durante este mismo tiempo, los arrestos por cocaÃna y heroÃna han caÃdo pronunciadamente, implicando que el aumento en la imposición de las leyes sobre la marihuana está siendo realizado a costa de la imposición de las leyes contra la tenencia y el tráfico de drogas más peligrosas.
âImponer la prohibición de la marihuana cuesta a los contribuyentes entre $10 y $12 billones anualmente y ha llevado al arresto de casi 18 millones de estadounidensesâ, concluyó St. Pierre. âSin embargo, unos 94 millones de estadounidenses reconocen haber usado marihuana durante sus vidas. No tiene sentido seguir tratando a los estadounidenses como criminales por el consumo de una sustancia que no presenta más riesgos â y, cuestionablemente, mucho menos â a la salud que el alcohol o el tabaco. Una solución más sensible serÃa tasar y reglamentar el cannabis de una manera similar al alcohol y al tabacoâ.
âEstos tipos de números muestran los desafÃos que el movimiento de reforma de las polÃticas de drogas sigue enfrentándoseâ, dijo Bill Piper, director de asuntos nacionales de la Drug Policy Alliance. âComparado con 20 ó 30 años atrás, estamos haciendo un buen trabajo de mantener a las personas fuera de la cárcel. La mayorÃa de las personas es arrestada por acusaciones de delitos de drogas, por lo menos por tenencia, probablemente reciben libertad vigilada, y eso es importanteâ, le dijo él a la Crónica. âDicho eso, el desafÃo para nosotros es desconstruir las instituciones que lo apoyan. Aunque la mayor parte de las detenciones ocurra en los niveles estadual y municipal, la financiación que el gobierno federal proporciona al aparato judiciario-legal está relacionada con las detenciones, entonces las corporaciones estadual y municipal de la policÃa tienen un incentivo muy fuerte para seguir arrestando a los infractores de la legislación antidrogaâ.
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