El presidente peruano Alan GarcÃa tenÃa la coca en mente esta semana. En respuesta a un ataque el sábado de parte de presuntas guerrillas del Sendero Luminoso que trabajan con los narcotraficantes que mataron a cinco policÃas y dos trabajadores de control de la coca del gobierno, GarcÃa pidió la imposición de la pena de muerte. Un dÃa después, tal vez para indicar que no es anticoca, dijo a una rueda de prensa con medios extranjeros que la coca serÃa maravillosa si fuera consumida en las ensaladas.
Pero, Perú también es el segundo productor más grande de cocaÃna del mundo, la cual es derivada de la coca o cultivada legalmente y desviada de la ENACO o cultivada ilegalmente. Durante años, el paÃs ha adoptado una polÃtica de erradicación de los cultivos ilÃcitos, lo que ha agradado a Washington, pero ha dejado a los cocaleros peruanos nerviosos y frustrados. En octubre durante una reunión en Washington con el presidente Bush, el presidente GarcÃa prometió seguir la polÃtica de erradicación.
Algunas áreas de cultivo de la coca han estado en estado de emergencia durante los dos últimos meses y el gobierno GarcÃa anunció esta semana que ello seguirÃa durante otros dos meses después de las matanzas, que ocurrieron en la provincia de Ayacucho. El ataque, descrito como una emboscada cuidadosamente planeada, ocurrió durante un operativo policÃaco contra la coca no-sancionada que estaba siendo cultivada en la región. Más de 20 policÃas han sido muertos en ataques similares el año pasado.
Dos dÃas después del ataque, GarcÃa les dijo a los legisladores que ellos deberÃan permitir la pena de muerte para crÃmenes asÃ. Actualmente la pena de muerte en Perú sólo es permitida en casos de traición a la patria en tiempo de guerra. El Congreso deberÃa âdarles las herramientas necesarias a los jueces y al poder ejecutivo para eliminar definitivamente estos remanecientes [rebeldes del Sendero Luminoso]â. Ellos deberÃan ser tratados usando âla sanción más enérgica y severa que la ley... permiteâ, dijo GarcÃa.
Pero, al dÃa siguiente, GarcÃa defendió la hoja de coca y sus polÃticas de drogas a los reporteros extranjeros. La hoja de coca es buenÃsima en las ensaladas, dijo GarcÃa. âInsisto que puede ser consumida directa y elegantemente en la ensalada. Tiene un buen valor nutricionalâ. GarcÃa añadió que uno de los chefs más conocidos del paÃs, Gastón Acurio, habÃa servido recientemente varios platos hechos con coca en el Palacio del Gobierno. âÃl nos ofreció unos tamales y tortas hechas con harina de coca. Ãl nos ofreció un cóctel con licor de cocaâ, dijo GarcÃa. â¿Comer coca puede ser nocivo? No, absolutamente noâ.
Frases de ese tipo alinean a GarcÃa con el presidente boliviano Evo Morales y el presidente venezolano Hugo Chávez. Aquellos dos lÃderes están defendiendo los usos industriales de la coca y están colaborando en una planta de producción en Bolivia.
GarcÃa les dijo a los reporteros que la polÃtica antidroga de Perú está basada âfundamentalmenteâ en controlar la venta de precursores quÃmicos usados para la producción de cocaÃna, pero que la policÃa peruana también debe trabajar más para combatir el tráfico de cocaÃna. Hasta 90% de la coca peruana va al tráfico de cocaÃna, no a la industria de la coca.
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