El InSite, el local de inyección segura para usuarios de drogas en el Downtown Eastside de Vancouver, ha sido conocido por reducir el uso público de drogas, las muertes por sobredosis y la diseminación de enfermedades transmisibles por la sangre, pero el gobierno conservador del Primer Ministro Steven Harper es ideológicamente hostil. Ahora, con el InSite amenazado de cierre si el Ministerio de la Salud de Canadá no aprueba una solicitación de extensión de su exención de las leyes canadienses de drogas, Vancouver está movilizándose para salvarlo.
Si Harper y el Ministerio de la Salud permiten realmente que los resultados de la pesquisa hasta ahora guÃen sus decisiones, el proseguimiento del InSite serÃa un acierto. De acuerdo con la pesquisa y evaluación publicadas y revisadas por los pares por el BC Center for Excellence in HIV/AIDS, una organización altamente respetada en la observación del estudio, el local de inyección segura:
- ha llevado a un aumento en el ingreso a programas de desintoxicación y tratamiento de la adicción;
- no ha llevado a un aumento en la criminalidad relacionada con las drogas;
- ha reducido el número de personas que inyectan en público y la cantidad de restos relacionados con la inyección en el Downtown Eastside;
- está atrayendo a usuarios de riesgo más alto - aquellos más vulnerables a infección de VIH y sobredosis y que estaban contribuyendo con problemas de uso de drogas en público y eliminación insegura de jeringas;
- ha reducido los Ãndices totales de partilla de jeringas en la comunidad, y entre aquellos que usaron el local de inyección segura en algunas, la mayorÃa o todas sus inyecciones, 70% tenÃan menos probabilidad de informar partilla de jeringas;
- no está aumentando los Ãndices de recaÃda entre los ex usuarios de drogas ni es una influencia negativa sobre aquellos que buscan parar de usar drogas.
El InSite también hizo más de 2.000 internaciones en un año, con casi 40% de ellas para asesoramiento a la adicción. También ha cortado el número de muertes por sobredosis de drogas, Más de 500 sobredosis ocurrieron en el lugar durante un perÃodo de dos años, pero en razón del personal médico a mano, ninguna resultó en muerte. Como observa el Insite, "Si estas sobredosis ocurrieran en la calle, muchas de estas personas podÃan haber muerto".
Pero Vancouver y sus habitantes no están seguros si Harper será realmente guiado por la ciencia en vez de sus predisposiciones ideológicas y están movilizándose para asegurar que él comprenda que la ciudad quiere que el InSite siga. "La propia comunidad decidió que necesitamos decirle al nuevo primer ministro y al gobierno federal cómo el InSite es importante para nuestra comunidad, entonces empezamos una campaña ciudadana llamada InSite For a Safer Community, dijo Gillian Maxwell, vocera de la coalición. "Vamos a plantear la cuestión de que el InSite vuelve la comunidad más segura, salva vidas y ayuda a la gente a tener acceso a los servicios de salud. Quitarlo serÃa algo muy perjudicial", dijo ella a DRCNet. "El InSite es, claro, bueno para las personas que lo usan, pero es bueno para la comunidad también, y mejora nuestra calidad de vida".
La coalición está jugando por las buenas ahora, dijo Maxwell, pero eso puede cambiar. "No queremos que el gobierno sienta que está siendo acorralado o presionado. En vez de eso, estamos pidiendo que preste atención al nivel de apoyo en la comunidad". Para ese fin, la coalición ha organizado una campaña de correspondencia en su página web en que los ciudadanos de Vancouver pueden escribirle directamente al primer ministro. También está colectando cartas de apoyo de los miembros importantes de la comunidad.
El grupo también realizó una exhibición visual y conferencia de prensa en una ladera de Vancouver el jueves, con el número de muertes por sobredosis impedidas por el InSite representado por hileras de cruces. Los organizadores plantearon la cuestión para la prensa de que "estas personas están vivas hoy dÃa a causa del InSite, y si se cierra el local, centenas pueden morirse".
Mientras tanto, la Vancouver Area Network of Drug Users (VANDU) está pidiendo no sólo la continuación de InSite, sino su expansión. "Detener al InSite hora es como tener tu cuerpo lleno de hematomas y poder ponerle crema en una parte de un brazo y se cura completamente, pero no dejar que ella sea aplicada en el resto de su cuerpo", dijo la vocera de la VANDU, Anne Livingstone. "La idea de no extender la exención es una chorrada; los estudios muestran que está funcionando. Pero éste es un estudio, no un programa. Si tuviéramos un programa, habrÃa cuatro o cinco o seis de estos locales. Hay 15.000 inyecciones de drogas en el Downtown Eastside todos los dÃas y el InSite puede tratar apenas de 600 de ellos".
La ciudad de Vancouver quiere mucho el proseguimiento del estudio, dijo el Coordinador de PolÃticas de Drogas, Donald McPherson. "El alcalde ha sido muy claro sobre esto", dijo a DRCNet. "Ãl le ha escrito al primer ministro señalando que las pruebas hasta ahora muestran que ésta es una intervención muy exitosa y que necesitamos hacer más pesquisa para examinar los impactos de largo plazo que está teniendo sobre cosas como los Ãndices de VIH/SIDA y Hepatitis C".
En esa carta, el Alcalde Sam Sullivan escribió: "Hasta hoy dÃa, los hallazgos de pesquisa impresionantes que han sido publicados demuestran que este proyecto no apenas da una oportunidad importante de generar conocimiento, también parece ser un factor protectivo importante en las vidas de aquellos individuos que usan la instalación".
La ciudad está involucrada activamente en el proseguimiento de la exención, dijo McPherson. "Somos parte de la coalición que está intentando hacer con que siga. Ãsta no es una cuestión polémica en Vancouver. La comunidad de los negocios la apoya, la comunidad china vecina la apoya, tenemos un nivel de apoyo a esto en la comunidad como nunca antes", dijo. "SerÃa muy triste y nocivo si InSite fuera discontinuado en este momento después de los resultados que ha logrado y todo el trabajo que la gente puso en ello".
La Congresista del Nuevo Partido Democrático, Libby Davies
El InSite también está recibiendo el apoyo de Australia, donde un local de inyección segura en Sydney ha producido resultados positivos similares. El lunes, el Grupo Parlamentario Australiano para la Reforma de la Legislación Sobre las Drogas de 110 miembros envió una carta a Harper pidiéndole que no cerrara el local.
"El InSite ha salvado vidas y transformado la respuesta a los usuarios de drogas en servicios sociales y de salud", dijo la carta. "Nuestra pesquisa también ha mostrado los beneficios del centro de inyección, no apenas en la salvación de vidas, sino también en proveer un camino para la recuperación".
Davies dijo que esperaba que la campaña pudiera convencer al gobierno federal que estarÃa en contra de una comunidad unida si detuviera al local de inyección segura. "Espero que ellos no quieran hacer un gran alboroto con esto. Espero que Harper y el Ministro de la Salud, Clement, sean pragmáticos a pesar de su oposición ideológica a ello, pero si ellos intentan negarlo, habrá una reacción muy fuerte. Ellos no han visto nada todavÃa", advirtió.
Gillian Maxwell no confÃa en el gobierno Harper para hacer lo que es correcto. "Estamos un poco nerviosos", dijo ella. "El hecho de que estemos haciendo esta campaña muestra eso. La Agencia Costera de Salud de Vancouver pidió la extensión en la primavera y ya es Julio. No podemos decir cuáles son las posibilidades, pero no estamos completamente convencidos de que eso pasará porque todavÃa no ha pasado".
Livingstone de la VANDU se preguntaba si el gobierno Harper simplemente lo retrasarÃa. "Temo que ellos no digan ni sà ni no, sino que lo renueven mensualmente y lo dejen esperando en el limbo", dijo. "Si dicen no, habrá una fuerte campaña preparada".
Esa campaña puede incluir a locales de inyección de guerrilla como el que VANDU estableció a principios de esta década para aguijonear el local sancionado oficialmente a abrir de veras. "He estado buscando otra tienda o quizá un remolque. Si hacemos otra operación de guerrilla, eso lo mantiene en la pauta pública. Yo creo que si se quiere un local de inyección donde sea, que sea abierto. Me gustarÃa que las iglesias se involucraran, como hicieron en Europa y Australia, porque éste no es un movimiento polÃtico, se trata de la gente que se está muriendo.
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