Richard Paey, el paciente floridano del dolor en silla de ruedas que fue condenado a 25 años de prisión como narcotraficante por ir trás sus remedios desesperadamente necesitados, puede estar libre cuando usted lea esto. El jueves, el gobernador de Florida, Charlie Crist (R), le concedió a Paey un perdón total tras una breve vista en Tallahassee. Paey y su familia habÃan pedido apenas la clemencia.
Paey sufrió lesiones graves en un accidente de auto en 1985. Un médico de Nueva Yérsey le dio recetas para los analgésicos necesarios, pero cuando Paey se mudó a Florida él se llevó recetas firmadas previamente. Ãl fue preso en 1997 y acusado de tener y traficar ilegalmente cerca de 700 analgésicos obtenidos con aquellas prescripciones.
Según las rigorosas leyes sobre las drogas de Florida, las personas que tengan esa cantidad de analgésicos son tratadas como narcotraficantes. Por principio, Paey rechazó las ofertas de confesión de culpabilidad del estado y, por fin, fue condenado y sentenciado a la sentencia mÃnima obligatoria de 25 años.
El caso de Paey devino una causa célebre para el movimiento creciente de pacientes y terapeutas del dolor de los EE.UU. En agosto, el gobierno del estado anunció que le concederÃa una dispensa, la cual permitirÃa que Paey pidiera clemencia. En la mayor parte de los casos, los internos no pueden pedir clemencia hasta que hayan cumplido 1/3 de sus condenas.
El jueves, el gobernador Crist y tres secretarios de Florida escucharon la solicitud de clemencia de Paey. Pese a que la junta de libertad condicional del estado hubiera hecho recomendaciones contra conceder la libertad por tiempo cumplido, Crist se pasó, otorgándole un perdón total y ordenando que fuera libertado inmediatamente. De acuerdo con el St. Petersburg Times, Crist dejó que el abogado de Paey, John Flannery, hablara por 30 minutos más o menos â el lÃmite normal de tiempo es de cinco minutos -, después permitió que la mujer, los tres hijos y un amigo de la familia de Paey hablaran también.
Entonces, Crist comentó: âResuelvo que concedamos un perdón totalâ, prosiguiendo, âQueremos enderezar un tuerto, ejercer la compasión y hacerlo con graciaâ, dijo el gobernador. âFelicitaciones... y declaro que él debe ser puesto en libertad hoy dÃaâ.
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