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Imposición de la Ley: Las Historias de Policías Corruptos de Esta Semana

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Sólo más otra semana de corrupción en el aparato judiciario-legal relacionada con la prohibición de las drogas. Una policía de Nueva York es atrapada con un alijo en su cajón de ropa interior, un policía de Ohío recibe algunos cargos malos, más guardias de prisión se ponen gananciosos y un ex policía de St. Paul va a la prisión.

Pero antes que vayamos a ello, necesitamos hacer un par de correcciones. La semana pasada, incluimos brevemente a un ex fiscal de Wisconsin que fue preso con marihuana y equipamiento de cultivo en nuestro salón de la vergüenza. No deberíamos haberlo hecho. Él fue un fiscal hace mucho, mucho tiempo y sólo por un breve período, y aunque fuera acusado de manufactura y entrega de marihuana, no está claro que él estuviera traficando. Pedimos disculpas a Gene Radcliffe.

Hace más de un año, incluimos el fiscal de Arizona, William Reckling, en la lista de bandidos de la ley. No deberíamos haberlo incluido. Lo vimos como fiscal hipócrita que usaba drogas él mismo, pero eso no sucedía. Tras toparse tardíamente con nuestro artículo, Reckling escribió para clarificar que él era un fiscal municipal, que, diferentemente de los fiscales de distrito o de comarca, no procesa criminalmente. Además, escribió Reckling, él comparte nuestros puntos de vista sobre la crueldad y la futilidad de la guerra a las drogas y su experiencia con la aprehensión lo ha desanimado tanto de su patria que él se va a ir a los climas más amantes de la libertad de Centroamérica. Suerte.

El resumen semanal de policías corruptos debe ser solamente ése. A veces queda bien claro; a veces es más subjetivo. En general, no incluimos a policías que fueron atrapados usando o teniendo drogas. Aunque la gente que arresta a personas por hacer lo mismo que ellos hacen en su tiempo libre pueda cualificarse como hipócrita, eso no la vuelve corrupta. ¿Dónde fijar el límite? Esta semana, incluimos a un policía de Ohío que hasta ahora sólo ha sido arrestado por acusaciones de tenencia con base en afirmaciones en la orden de búsqueda de que él estaba traficando. A estas alturas, ese policía es un caso dudoso. Ahora, si nos topamos con un juez o un fiscal que está persiguiendo a infractores de la legislación antidroga durante la noche, pero olfateando carreras en casa, probablemente lo incluiremos también, sólo por la hipocresía absoluta de ello. Creo que esperamos un padrón ligeramente más alto de ellos que de los policías y guardias de prisión. Son decisiones de juicio, pero así hemos intentando tomarlas hasta el momento. Muy bien, vamos a ello:

En la Ciudad de Nueva York, una oficial novata de la Policía de Nueva York fue arrestada el 15 de marzo después que la policía, que ejecutaba una orden de búsqueda en su casa, encontró un alijo grande de drogas en su cajón de ropa interior. La oficial Carolina Salgado, 30, fue arrestada tras una averiguación de un mes de las ventas de drogas hechas cerca de la casa que ella compartía con su enamorado, Nelson Fernández, un reputado pandillero de Latin Kings. Durante la búsqueda de su casa, la policía encontró 150 bolsitas de marihuana, dos bolsas de cocaína, $3,000 y un montón de pertrechos de Latin Kings. Pese a que Salgado y Fernández no estuvieran en casa en el momento, la policía los encontró en un auto en las cercanías. En el auto, la policía encontró otras 15 bolsas de marihuana y más dos bolsas de cocaína. Salgado enfrenta cargos de poner en peligro el bienestar de un niño (tres niños sin adultos presentes estaban en casa cuando ésta fue allanada) y tenencia de drogas.

En Toledo, Ohío, un oficial de la policía de Toledo fue arrestado el sábado por tenencia de drogas y acusaciones relacionadas. El oficial Bryan Traband, 36, y otro hombre fueron arrestados en el hogar de Traband después que la policía, que cumplía una orden de búsqueda, encontró cocaína y marihuana. De acuerdo con la orden de búsqueda, el mes pasado la policía recibió dos pistas de que Traband estaba involucrado en la venta y el consumo de drogas, pero las autoridades sólo lo han acusado hasta ahora por tenencia de cocaína, marihuana, pertrechos para consumo de drogas y por permitir abuso químico. El veterano con 13 años de servicios prestados ha dimitido y está en libertad bajo fianza por mérito personal.

En Amite, Luisiana, un auxiliar del sherif de la Parroquia de Tangapahoa que trabajaba como guardia de la cárcel municipal fue arrestado el 15 de marzo tras estar de acuerdo en contrabandear crack y vodca a un interno. De acuerdo con los funcionarios federales, el segundo Harris Robertson ha confesado contrabandear artículos prohibidos a la cárcel en por lo menos 10 ocasiones desde septiembre y recibir de $100 a $300 por entrega. Robertson cayó después que alguien dio una pista de que estaba entregando drogas, alcohol, teléfonos celulares y comida a los presos y los federales le hicieron un montaje. Un agente que fingía ser el amigo de un interno le dio a Robertson 15 gramos de crack, dos botellas de la vodca Grey Goose y $300 por su labor. Robertson fue arrestado tras aceptar los bienes y el dinero. Ahora él puede recibir una sentencia de hasta 40 años de prisión por las acusaciones federales de tenencia con la intención de distribuir crack.

En Sacramento, California, un ex guardia de prisión estadual se confesó culpable el viernes de contrabandear metanfetamina a una prisión en la Comarca de Amador. John Charles Whittle, 47, un veterano de 22 años de la Secretaría de Corrección y Rehabilitación de California, cayó después que los investigadores de asuntos internos interceptaron un paquete enviado a la casa de Whittle y descubrieron que contenía 10 gramos de metanfetamina escondidos dentro de un osito de peluche. Cuando los agentes llegaron, Whittle ya había quitado la metanfetamina y la había escondido en un chaleco de guardas de prisión a prueba de cuchillazos. Whittle admitió que él recibió $5,150 de amigos de internos para contrabandear drogas a la Prisión Estadual de Mule Creek. Él estuvo de acuerdo en no recibir sus lucros y ahora aguarda una fecha de condenación el 19 de abril, cuando puede recibir hasta dos años de prisión.

En St. Paul, Minnesota, un sargento jubilado de la policía de St. Paul fue sentenciado a cinco años de prisión el viernes pasado por acusaciones de tráfico de metanfetamina. El sargento jubilado Clemmie Tucker podía haber enfrentado pena de prisión perpetua después que fue atrapado recogiendo una carga de metanfetamina en el terminal de Greyhound Bus en Minneapolis. El se confesó culpable en septiembre de tenencia con la intención de distribuir más de 500 gramos de metanfetamina. La jueza de juzgado de distrito federal, Joan Ericksen, dijo que ella iba a darle a Tucker un “crédito considerable” en la condenación porque él no tenía antecedentes y poca probabilidad de reincidir, pero le dio algunos años “porque las drogas son muy nocivas”.

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